Intrigas y recelos en el bloque de La Libertad Avanza tras la caída de la Ley Ómnibus
Tras la caída de la ley ómnibus en Diputados y pese a la catarsis realizada días atrás por el bloque libertario, un grupo de legisladores de la bancada que comanda Oscar Zago agitó durante el fin de semana largo un quiebre en el oficialismo. El objetivo es tener mayor visibilidad y protagonismo de cara al inicio de sesiones ordinarias, que comenzarán el 1 de marzo próximo.
“En vez de ayudar, agravan el tema. Esto ocurre porque un par de legisladores pedían quedar en las comisiones que debatieron la iniciativa o incluso presidirlas y ni siquiera fueron consultados. Misma situación para la definición de autoridades de la Cámara alta. Lo que es insólito es que, después de lo que pasó con la ley ómnibus, le quieran pegar al propio oficialismo”, sentenció a Infobae una fuente con acceso directo a Diputados y a la Casa Rosada.
De hecho, desde un par de despachos de Diputados y de otros espacios de poder libertarios deslizaron a este medio que existe una persona en particular, de los cinco o seis ahora críticos, que ya “agarró los malos hábitos de la política” y exigió una comisión para cuando abran las sesiones ordinarias como condición para quedarse en la bancada oficialista.
“Nos llegaba la información tarde. A veces no sabíamos lo que estábamos por tratar o lo que se había negociado. Hubo mucho desorden”, manifestaron desde el conglomerado ofuscado no sólo con Zago, sino principalmente con el titular de la Cámara baja, Martín Menem.
Según confiaron desde La Libertad Avanza, de las tres comisiones que intervinieron sobre la ley ómnibus, la Casa Rosada dio la orden de darle a José Luis Espert -aliado oficialista de Avanza Libertad- la de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja, mientras que Menem bajó la orden sobre las otras dos. Una de éstas es la de Legislación General, que fue para el cordobés Gabriel Bornoroni, quien quedó expuesto frente a sus compañeros y el resto de la oposición.
En tanto, desde el grupo que defiende a Zago expresaron que resultó muy complejo descifrar, en medio de negociaciones simultáneas, los mensajes que de vez en cuando enviaban funcionarios de la Casa Rosada como el ministro de Interior, Guillermo Francos, o el propio asesor presidencial, Santiago Caputo. “Fue difícil porque ni siquiera nosotros teníamos la información. No hubo ocultamiento, pero hay cuestiones que se arreglaron con gobernadores y nosotros nos enterábamos tarde”, detallaron desde el oficialismo.
Para tener una dimensión de lo ocurrido, el día previo a la votación en particular que terminó en una dura derrota para La Libertad Avanza, los legisladores de la oposición “dialoguista” tenían al menos cinco versiones de cada artículo o inciso en disputa, un panorama de casi imposible solución a horas del encuentro el recinto, que terminó con el regreso del proyecto a comisiones y la discusión a foja cero.
Con el regreso de Milei al país se esperan definiciones sobre una potencial prórroga de las sesiones extraordinarias -el Senado debe sancionar la ley que refuerza la lucha contra el lavado de activos- y si el jefe de Estado hablará o no el 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa. En el medio también aparece el ida y vuelta entre el oficialismo y el Pro para reforzar un entendimiento y unión formal de bancadas que, por ahora, parece lejano.
Tras lo ocurrido, en Diputados no prevén ninguna actividad para los próximos días y sigue de cerca el devenir del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que desregula la economía. En la Cámara alta, varios bloques ya exigieron a Menem que designe a los integrantes de diputados para la comisión bicameral de Trámite Legislativo, que analiza ese tipo de normativas. En tanto, el kirchnerismo volvió a solicitar una sesión especial y la titular del Senado, Victoria Villarruel, resiste por ahora la activación del recinto.