Antes de su reunión con el presidente Javier Milei, en Casa Rosada alrededor de las 11, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, visitó el Cabildo y caminó por Plaza de Mayo.
El funcionario estadounidense arribó al lugar cerca de las 10 de la mañana en una camioneta con chapa diplomática. Caminó, siempre acompañado por un traductor, por la avenida Rivadavia para luego dirigirse a la Pirámide Mayo en donde dio una vuelta alrededor del icónico monumento nacional.
Un importante anillo de seguridad escoltó siempre al secretario de Estado quién luego se dirigió hacia el Cabildo. Blinken recorrió el Museo del Cabildo y hasta se asomó por uno de los históricos balcones del célebre edificio colonial.
Blinken estuvo en todo momento sonriente, cómodo, se lo vio haciendo preguntas al traductor, y acompañado por bastante prensa extranjera. Luego salió junto al embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley.
El tránsito en avenida de Mayo está cortado, motivo por el cual los transeúntes y automovilistas tuvieron que buscar alternativas para moverse en el perímetro histórico. Una imponente comitiva de quince camionetas diplomáticas, escoltaron la visita de Blinken.
El funcionario estadounidense, ingresó a la Casa Rosada -junto a Stanley- y fue recibido en el Salón de los Bustos, por la canciller Diana Mondino. Blinken llegó con la misión política de acordar con el Presidente una agenda común que puede transformar al país en el socio estratégico de la Casa Blanca en América Latina.
La elección de Milei como interlocutor privilegiado de Washington no es menor, ya que evidencia un posible viraje en la política exterior estadounidense hacia América Latina, históricamente centrada en Brasil como principal socio en la región.
Joseph Biden ve en Milei un potencial aliado ante un contexto marcado por la ofensiva de Beijing, la preocupante actividad de grupos terroristas en el Medio Oriente y la inestabilidad social y económica que sacude a varios países latinoamericanos.
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