Música/Espectáculo

Mon Laferte, su regreso a la independencia musical y el respeto por las raíces: “Hay cosas que no estoy dispuesta a ceder”

La reconocida cantautora y artista visual latinoamericana Mon Laferte anunció una extensa gira para el año 2024 en lo que representa la promoción de su último trabajo, Autopoiética, además de su nuevo single, Obra de Dios. El tour comenzará el 29 de febrero en Puebla y recorrerá las más importantes ciudades del continente y llegará el 4 de abril al Movistar Arena de Buenos Aires. El espectáculo promete ofrecer a los espectadores una experiencia única, marcada por una estructura diferente a lo anteriormente visto en sus conciertos al integrar elementos teatrales.

Con una carrera musical consolidada en todo el mundo, la cantante se destaca principalmente por su capacidad de explorar y fusionar diferentes géneros musicales, en un hecho que refleja no solo su evolución personal y artística, sino también las culturas que abrazó a lo largo de su historia. Así, este nuevo sencillo marca su regreso a las raíces alternativas y representa su primer lanzamiento independiente después de años bajo el ala de una reconocida disquera. La canción, que sigue la línea sonora de Autopoiética, mezcla ritmos trip-hop y electrónicos, afianzando la identidad musical de la artista chilena.

En una charla en exclusiva con Teleshow, la cantante revela detalles de sus últimas creaciones, bucea en su pasado y plantea sus desafíos para poder equilibrar su vida profesional con el aspecto personal, en momentos en que su hijo está cumpliendo dos años.

”Yo vengo del mundo independiente realmente, y ya no me sentía tan cómoda en el lugar en el que estaba. Creo que se hizo un trabajo bueno, bonito”, destaca sobre este renacer, y completa la idea con un paralelismo: “Es como las relaciones de pareja, duró lo que tenía que durar y es mejor terminar cool. Agradezco todo el trabajo que se hizo y ahora tengo ganas de experimentar de manera independiente”.

Laferte asegura sentirse bien con este desafío, aunque reconoce: “Debo decir que yo nunca he tenido una presión para hacer un tipo de música. O sea, nunca la compañía me dijo ‘oye, hay que hacer un disco así, comercial’ porque parece que por ahí de repente te sugieren cosas, pero nunca tuve una pistola en la cabeza, nunca me sentí presionada y creo que no habría trabajado de esa manera jamás. También creo que la gente que me conoce y trabaja conmigo sabe que no es algo que se pueda hacer”.

Así, la transición a esta etapa independiente representa el vivo deseo de la artista de mantenerse fiel a sus convicciones y gustos personales, una fidelidad a su esencia artística que le permitió continuar explorando diversos géneros y colaboraciones, que reflejan su amplio rango musical y su rechazo a encasillarse en una sola categoría: “Hago música por el deseo y el gusto de hacer música. Obviamente es mi trabajo, es mi negocio, quiero que me funcione, pero también hay cosas que no estoy dispuesta a ceder. Esto es un balance entre que quiero hacer música que a mí me emocione hacer, que me guste a mí y que si esa música puede encontrar su espacio para ser vendible, eso está súper cool, pero no es que antes hacía música comercial y ahora ya no. Siempre hago lo que me sale de los cojones”.

“Ya entiendo de qué va el mundo”, explica Mon sobre el single “Obra de Dios”. Otra vez estoy llorando, pero esta vez estoy mejor. Ya caminé cielo rosado, yo ya sé perder, ahora voy a reinar en la oscuridad”, canta en el tema, e invita a reflexionar: “No es algo depresivo, sino entender que la vida es violenta, la naturaleza es violenta y salvaje. El mar, la noche. Te caes, metafóricamente hablando, te paras y sales adelante. Y voy a reinar en esa oscuridad, en esta vida salvaje, que me gusta como es”, advierte.

“Esto habla sobre mí, un poco también es una reflexión sobre cómo somos reinas de nuestra historia, de nuestra vida. Siento que el mundo, la naturaleza es violenta de por sí, pero hay mucha belleza en eso también”, analiza, y ofrece un ejemplo de primera mano: “Yo pienso en mi lugar favorito de la vida y es un sitio en Viña del Mar, la ciudad en la que nací, y me recuerdo yendo a ese sitio siendo muy jovencita, adolescente. Es en las rocas y el mar, es un lugar muy vacío y yo yendo en invierno, con mucho frío, con lluvia a veces, y el mar súper violento golpeando la roca y yo sentía como una dicha absoluta, sentía una ganas de reír y de llorar y me sentía viva. Ahí encontraba felicidad y plenitud. Y también puedo encontrar esa felicidad en un paisaje hermoso de un atardecer en el campo, con un césped perfecto debajo de un árbol. También es bello, pero a lo que voy es a amar la vida y quiénes somos con todos nuestros contrastes, ya sea con nuestra luz y con nuestra oscuridad”.

Porque, como se sabe, la vida es luz, pero también oscuridad, como lo detalla en este proceso: “Es aceptar que mi vida, así como ha tenido episodios oscuros, no por elección, sino que a veces la vida te toma. Y digo ‘bueno, voy a abrazar esto y me voy a quedar aquí como la reina de mi propia vida, de mi propia historia’. Nos merecemos lo mejor, porque como la canción, ‘me regalo placer porque soy obra de Dios’. Cada individuo es un ser especial, increíble”.

La vida después de la vida

El 17 de agosto de 2021, un mensaje publicado a través de la cuenta de Instagram de la cantante sorprendió a todos: “Estas son mis primeras fotos embarazada. Después de un año de intentarlo, ¡por fin! Un año de hormonas. Tengo apenas 10 semanas y miedo a perderlo, pero ya no me aguantaba, no se puede llevar una carrera y redes sociales ocultando algo así, se aproxima una gira y debo estar subiendo contenido a redes y me es difícil, me siento diferente, tengo el pelo muy feo y mi peso es una montaña rusa, pero lo más importante es que SOY FELIZ! Seré mamá. No sé en que me metí, pero qué hermosa es la vida”.

La catarata de mensajes no se hizo esperar, los saludos y buenos deseos se multiplicaban por miles. La noticia caló hondo en cada uno de sus seguidores, que contaban los días hasta ese nacimiento de Joel, que sucedió el 10 de febrero de 2022. Aquella vez fue más escueta: “Ya soy mamá”, anunció, sobre la llegada de su primer hijo, fruto de la relación que mantiene con el productor Joel Orta.

Dos años después, en una reflexión más personal, comparte cómo la maternidad reconfiguró su enfoque en la vida y en su carrera, al destacar la complejidad de equilibrar ambos mundos. Cómo se pueden conjugar procesos de grabación y giras por el mundo con la crianza de un hijo: “¡Es una locura! Pienso en todas las mamás que trabajan y digo ‘wow, mis respetos para todas’, porque es como un juego de ajedrez, como hacer malabares. Y yo tengo toda la ayuda del mundo, mi compañero, mi esposo, que se dedica mucho a cuidar a nuestro hijo, y aparte tengo niñera y todo, pero aún así la mamá tiene que estar siempre porque necesita su mamá. No quiero perderme ninguna etapa y ahí voy, lo intento como todas, supongo”.

Mon Laferte
Mon Laferte se presentará el próximo 4 de abril en el Movistar Arena de Buenos Aires

En plan confesional, Mon revela cómo influyó el nacimiento del niño a su vínculo de pareja: “Creo que como con todas las relaciones. Días buenos, días malos, a veces nos odiamos por tonteras así como ‘oye, el pañal no se cambia así' o cosas por el estilo, y nos seguimos amando. Pero es una relación de mucho amor, de mucho respeto, aprendiendo como papás primerizos”.

Musicalmente, nada cambió. Se niega a limitarse a un solo género y celebra la diversidad musical, en las raíces que la marcaron desde que empezó a escuchar música y forjaron su trayectoria como cantante: “Me cuesta mucho eso de encasillarme. Siento que la música es tan bella que por qué tengo que elegir solo una, no existe la monogamia musical para mí”, sentencia, y se dispone a abrir la playlist que la formó: “Hay tanta música que me construye, que siento que es parte de mi ADN, como por ejemplo el bolero, el tango, el vals peruano. Yo crecí escuchando esa música, crecí bailando tango los días domingos con mi abuela. Pero también crecí en los ‘90 y me encantaban Nirvana, Radiohead, y luego llegó Portishead, como todo lo alternativo noventero y después descubrí bandas como Queen, los Beatles y me enamoré de Björk y también me encantan las canciones de señora dolida, porque me gustan las cantantes que cantan como Rocío Durcal y Juan Gabriel y es que hay tanta música maravillosa que no tengo por qué escoger solo una”.

“A mí lo que me importa es contar una historia. Me interesa que la gente sienta cosas, Y yo invito a las personas a que se sumen a este mundo mío, este universo imaginario que son historias, que todas las personas tenemos historias muy similares, todos hemos sufrido por amor, todos tenemos nuestros dramas y conflictos de infancia, y te invito a sentir. Le voy a poner distintas músicas, voy a vestirlo distinto, porque ahora ando con ganas de hacer música regional mexicana, ando más folclórica, pero también ando más rockera, más alternativa y no pasa nada. O sea, toda la gente es bienvenida a mi universo, no importa el lugar, no importa nada, todas las personas son bienvenidas, vengan y vamos a ser seres humanos sintiendo, eso es todo”.

Diez años después

Un video subido a YouTube el 30 de agosto de 2014 muestra a Mon junto con su guitarra interpretando un tema llamado “Tu falta de querer”. El material lo registró una amiga con su teléfono y le consultó si no le parecía interesante publicarlo. Ella no se hizo demasiados problemas. “Nadie lo va a ver”, pensó, y le dio el visto bueno.

En enero de 2015, la cantante lanzó Mon Laferte Vol.1, que incluye la mencionada canción, y en agosto del mismo año lo relanzó a través de un sello discográfico, remasterizado y con una nueva versión, con un solo de trompeta en vez del de guitarra. Pasó una década y el tema se convirtió en todo un emblema, con millones de reproducciones en todas las plataformas imaginables, además del fenómeno más reciente de las reacciones, donde los nuevos fans que la descubren se sorprenden hasta las lágrimas.

Mon se suma a la lista de sorprendidas. “¿Que ‘Tu falta de querer’ cumple diez años? Creo que estoy vieja”, dice con una sonrisa, para de inmediato ponerse más seria. “Creo que he cambiado mucho en estos diez años, me han pasado cosas increíbles, divertidas, ha pasado mucha agua bajo el puente. Pero fíjate que todavía no me canso de cantarla. Hay artistas que ya no quieren cantar sus canciones más populares, y creo que me cansa más cantar Amárrame, que es también una de las más populares, y esa me cansó un poco más”.

Y cómo a pesar de los años sigue motivada para continuar explorando y expresándose a través de ese tema, explica: “Como me gusta mucho el drama, lo teatral, me encanta porque tiene esta cosa como súper dramática, muy teatral y entonces sacó mi personaje de femme fatale y me divierte”.

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