La tracción a las dos ruedas ha sido la gran tarea pendiente del motociclismo. Esta moto eléctrica promete olvidarlo
A lo largo del tiempo, el mundo de las motocicletas ha experimentado con la posibilidad de contar con tracción a las dos ruedas. Los experimentos han sido contados con las manos y, por norma general, se han limitado al offroad.
Ya en los años 90, Öhlins, especialistas en suspensiones, experimentaron con la idea de una motocicleta con tracción a las dos ruedas. El proyecto fue tomando forma y en los años 2000 empezaron a probar con una Yamaha R1. Entonces, ya se vislumbraba un prototipo para disfrutar fuera de la carretera.
Las ventajas del sistema eran evidentes, ya que podía generar reacciones inmediatas al gas. Además, en línea recta y en mojado, el agarre de la motocicleta era mucho mejor que le de las convencionales, aumentando la seguridad.
Pero igual de evidentes que las ventajas también lo eran sus puntos negativos. Enviando par continuo a las ruedas delanteras, en curvas lentas la horquilla podía bloquearse, eliminando el dinamismo de la motocicleta y provocando algunas sensaciones incómodas. El reto era activar y desactivar la tracción de la rueda delantera en las situaciones deseadas.
Después de diferentes pruebas, Öhlins acabó desechando el proyecto en la segunda mitad de los años 2000. Mientras, Yamaha también probó con máquinas de enduro, donde los terrenos resbaladizos parecían ofrecer las condiciones ideales para este tipo de motocicletas con tracción a las dos ruedas.
Desde entonces, han seguido apareciendo algunas motocicletas con tracción tanto delantera como trasera. En Solomoto explicaban las sensaciones de llevar un aparato de este tipo: "sobre tierra la rueda delantera tractora comanda la trayectoria de la moto en todo momento y avanzas rápido y sin sustos (…) necesitas unos minutos para comprender que quiere ser llevada con el manillar, no derrapando con la rueda trasera, por lo que los brazos trabajarán un poco más, pero vas más relajado, sin estrés".
Eléctrica y para usar en el día a día
Con estas experiencias a sus espaldas, llega la Motowatt W1X, una motocicleta de tipo naked setentera francesa, eléctrica y con tracción a las dos ruedas. Puristas, este no es un artículo para ustedes.
En este caso es una motocicleta que equivale a un pequeño ciclomotor de 125 cc, con una potencia máxima de 25 kW, equivalentes a 34 CV. Sin tanque de combustible, ese espacio queda disponible para una pequeña guantera que sirve como portaobjetos.
La potencia se entrega con dos motores eléctricos (uno por rueda) de flujo axial, por lo que no disponen de piezas de fricción. Esto debería aumentar la eficiencia del sistema. Según la marca, la motocicleta es capaz de cubrir 130 kilómetros con una sola carga. En hora y media, la batería puede pasar del 20% al 80% de la capacidad disponible.
La motocicleta ha sido pensada para homologarse como ciclomotor. Sin embargo, al tratarse de una startup con un lanzamiento muy comedido y a medida, cabe la posibilidad de personalizar la moto para que cubra todas las necesidades del cliente, incluidos ruedas de mayor tamaño o un maletero donde guardar un mayor número de objetos.
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El problema principal es que, dado lo corto de la tirada y como otras motocicletas eléctricas, el precio es elevado. Las reservas, que se abrirán en marzo, partirán de los 15.000 euros y se espera que las entregas se lleven a cabo en enero de 2025.
Imagen | Motowatt
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La noticia La tracción a las dos ruedas ha sido la gran tarea pendiente del motociclismo. Esta moto eléctrica promete olvidarlo fue publicada originalmente en Xataka por Alberto de la Torre .