Del punk rock de Blink-182 al homenaje de Arcade Fire a Mercedes Sosa: así cerró el día 1 de Lollapalooza 2024
Tras décadas de espera, los fanáticos del punk ansiaban el ‘bendito’ momento en el que Blink-182 se presentara en la noche de este viernes en Lollapalooza 2024. Muchos habían llegado en horas del mediodía para guardar su lugar frente a la valla. Así, una vez que cayó la noche en el Hipódromo de San Isidro, entre remeras con el símbolo de la banda y antiguos tatuajes, la gente celebró la llegada del grupo.
“Hola, nosotros somos Blink-182, primero que nada gracias, segundo, Francia. No primero, segundo Francia”, expresó Mark Hoppus en un gesto que enloqueció a los fanáticos recordando la final del Mundial de Qatar. Con esa emoción, el show estaría marcado por una fuerte relación e ida y vuelta entre la gente y la banda integrada por Hoppus, Tom DeLonge y Travis Barker. Tras una serie de temas que encendieron al público y desataron el fervor contenido hace años, que incluso se vio truncado en la edición pasada tras la lesión de un integrante de la banda, el público argentino estalló en un ‘pogo’ que reunía miles de almas.
Al ver esta devoción y energía, Mark Hoppus presentó la siguiente canción de esta manera: “A mi me dijeron que Argentina era la multitud que más fuerte cantaría la siguiente canción y espero que sea verdad, el coro dice ‘olé, olé, olé’. Espero que sepan las palabras”, dijo para dar paso a ‘Dance with me’.
Esto causó el delirio del público, que continuó alentando a la banda. “No entiendo qué están diciendo, díganlo de nuevo”, decía Mark Hoppus algo confundido. Mientras, la gente gritaba por el baterista con el clásico canto argentino: “Olé, olé, olé, olé, olé, Travis, Travis”. A lo que Tom DeLonge dijo ante la mirada de miles de fans: “Háganlo de nuevo”. Segundos después se dirigió a su compañero y le expresó: “Ellos están hablando de la manera en que te aman, es increíble”.
Así, tras un show que repasó sus más grandes hits, el grupo cerró su presentación claramente emocionados. Con Travis sosteniendo la bandera argentina en sus hombros, Mark Hoppus levantando una mano y tocando su corazón con la otra, y Tom DeLonge juntando sus palmas en un claro agradecimiento, Blink-182 se dio el gusto de presentarse por primera vez en Argentina.
Horas antes había sido el turno de Arcade Fire en el escenario Samsung. Ante una marea de gente, el grupo indie rock de Canadá repasó lo mejor de su discografía. Uno de los momentos más destacados del show fue cuando la banda subió al escenario a Javiera Parra. La chilena fue invitada al escenario para cantar “Gracias a la vida”, la canción que inmortalizó Mercedes Sosa y que fue compuesta por Violeta Parra, su abuela.
Cuando ya empezaba a anochecer sobre el Hipódromo de San Isidro, miles de personas comenzaban a llegar a Lollapalooza 2024 para vivir la primera jornada del megafestival. Atraídos por los shows más movilizantes y los headliners del día, los fanáticos coparon el predio.
Con el reloj marcando las 18.45, Ysy A subió al escenario Samsung para desatar su locura y vibra ante miles de fanáticos que lo esperaban con ansias. Fiel a su estilo, el joven trapero desató el frenesí de la gente, la cual se agolpaba en la valla y se convertían en una marea humana que saltaba al ritmo de la música.
Con esa energía desenfrenada, tal como en otras ocasiones, el artista parecía crear un sismo en pleno hipódromo. Esta situación parece una costumbre en cada uno de sus show, mientras sigue sumando millones de reproducciones con sus temas junto a Khea, Milo J, Quevedo, entre otros.
Ya en la noche del viernes, Bryan Keith Holland, líder de The Offspring, elevó su puño en el cielo bonaerense y expresó: “Buenas noches Lollapalooza, buenas noches Buenos Aires”. Con el “Volcán de la felicidad” brillando de fondo, la obra de arte creada por Edgardo Giménez para el súper evento, con una especie de humo saliente, una multitud se agolpaba para escuchar al artista, quien además de ser cantante y guitarrista ostenta el título de doctor en biología molecular.
Cuando sonó de The Kids Aren’t Alright, uno de sus hits de Americana, su multipremiado álbum de 1998, una ola de nostalgia y rebeldía se sintió por todo el predio que puso a poguear a la gente, en medio de una marea de cuerpos sudorosos que emanaban la fiebre que a fines de los noventa y principios de la década del 2000 invadió la música con su punk rock californiano.
En paralelo, CA7RIEL & Paco Amoroso sacudía la noche en el escenario alternative donde marcaron su regreso, adelantaron Baño María, su primer álbum juntos que saldrá en abril y mostraron en exclusiva en el escenario, pero de una forma muy particular. “Será un Listening Party en un jacuzzi rodeados de amigos”, prometían y el público recibió eso. El dúo de trap experimental, hip hop y electrónica se subió al escenario sumergidos en un gran tina con agua espumosa, rodeados de chicas en bikini y repasaron las canciones que son parte de su nuevo material. Mientras tanto, abajo y arriba del stage sus fans deliraban por la performance única de sus amados artistas.
La dupla causó delirio y preparó el clima para el gran cierre de la primera jornada que estuvo a cargo de Arcade Fire, Dom Dolla y Blink-182.
Fotos: Franco Fafasuli y Chule Valerga