Los romances de Marina Calabró, la mujer que supo resguardar cada uno de sus vínculos y que volvió a apostar al amor
Marina Calabró sostiene que no se le ha cruzado “mala gente” a lo largo de su vida. Lo que incluye a sus exparejas, de quienes -pese a haberse separado por diversos motivos- guarda un excelente recuerdo. En algún momento la periodista contó lo “peor” de ella en una relación, es que trabaja mucho. Tiene una agenda cargada de compromisos laborales, y busca cumplir a la perfección con cada uno de ellos. Por este motivo también tuvo una reciente discusión con su hermana Iliana. Pero esa es otra historia.
En los últimos días, la periodista de 50 años ocupó los titulares en las noticias por su romance con su colega Rolando Barbano, compañero en Lanata sin Filtro. Hace unas semanas que corrían los rumores y la hija menor de Juan Carlos y Coca primero los esquivó y luego los fue afrontando de a poco. Primero, en una charla con Yanina Latorre en El Observador, de un modo algo casual. Luego, en diálogo cara a cara con Jorge Lanata, que la interrogó a fondo buscando la verdad, algo que consiguió a medias. Todo concluyó en el mismo escenario y ya con el propio Barbano, donde cada uno fue revelando información precisa del romance.
Con una carrera sólida en los medios, entre el periodismo de espectáculos y el de actualidad, la politóloga también apostó mucho al amor. Y en esta nota repasamos sus relaciones más importantes.
Maximiliano Ambrosio
Se conocieron en La Stampa, el restaurante de la familia Ambrosio en Belgrano, y que también tiene un local en Miami. Marina solía ir a comer allí junto a sus amigos y seres queridos. Miradas van, miradas vienen, y entre una charla y otra se terminaron enamorando.
La periodista y el chef, conductor y productor de Atlas, la otra pasión, se casaron en el año 2000. Pasaron primero por el Registro Civil, y luego celebraron la ceremonia religiosa en la Iglesia del Pilar, en el barrio de La Recoleta. La fiesta tuvo lugar en el exclusivo Hotel Alvear y entre sus invitados se destacó la presencia de Mirtha Legrand, íntima amiga del recordado Juan Carlos Calabró.
En alguna de las pocas entrevistas que Ambrosio ha dado -ya que cultiva un bajo perfil, alejado de los medios, aunque trabaje en el rubro- ha destacado la compañía incondicional de su entonces mujer cuando le tocaba trabajar hasta tarde tanto en el restaurante como en su programa. Por caso, la periodista aportaba sus conocimientos y ayudaba en la narración en off de los informes y en los copetes.
Se separaron en 2007, pero las circunstancias de la vida los siguieron encontrando. Ella no dejó de ir al restaurante de la familia y en cada oportunidad se saludaron sin problemas ni rencores. Incluso ella ha estado acompañada por otras parejas. Pese a los motivos que en su momento los llevaron a tomar la decisión de disolver el matrimonio, ambos coinciden en que hay cariño del uno con el otro.
Martín Virasoro
Meses después, Marina Calabró volvió a apostar al amor en uno de sus lugares de trabajo. Fue durante su participación en el reality que conducía Marcelo Tinelli Patinando por un Sueño. Por ese entonces, el psicólogo y especialista en counseling era jefe de coach. El amor nació en los pasillos de la antigua productora Ideas del Sur y la pareja se consolidó tanto que quisieron tener una hija.
Mía está a punto de cumplir 15 años y tenía tres y medio cuando sus padres se separaron, en noviembre de 2012. “No me gusta ahondar en eso. No tuvo que ver con terceras personas, fue una decisión meditada, procesada y llevada adelante por los dos”, contó Marina por entonces, y reveló el diálogo que tuvo con el recordado Cala. Fue con cierto temor, pero encontró las palabras que necesitaba: “Cuando fui a hablar con mi papá, tenía la idea de que me iba a mirar raro, pero me dijo: ‘Hija, a mí lo único que me importa en la vida es que seas feliz’”.
Desde entonces, siguen siendo familia: comparten eventos relacionados a su hija como cumpleaños, actividades escolares y cada vez que la adolescente necesita la presencia de ellos. “Algo debo haber hecho bien en la vida, primero para que Dios me haya premiado con Mía, y segundo para que haya puesto a Martín en mi camino”, declaró Marina, ratificando esta sensación.
Martín Albrecht
Si bien compartían el mismo espacio laboral, jamás se habían cruzado. Hasta aquel 5 de junio de 2013 en que el destino los encontró en el molinete de la puerta de América. Ella, terminando sus tareas como panelista del ciclo de espectáculos Infama, y él en su rol de director comercial del canal.
Ese día no había sido el mejor para Marina: estaba atravesada por el escándalo con su entonces cuñado Fabián Rossi -hoy exmarido de Iliana Calabró-, a quien debía ver en las próximas horas en el festejo de cumpleaños de su hermana. Enojada y ofuscada con la situación, a la periodista le llamó la atención la sonrisa que llevaba Albrecht cuando cruzó el molinete que ambos pasaron para salir del canal.
“Qué sonriente que estás”, le remarcó entonces al hombre de quien desconocía su identidad. “Hoy es mi cumpleaños”, respondió él, radiante y celebrando su especial día. Luego de una breve charla, volvieron a encontrarse minutos después en el estacionamiento en el que ambos dejaban su auto.
Días más tarde, un productor de Infama le contó que una persona de comercial había pedido su celular con el objetivo de dárselo a un tal Martín Albrecht. Era la primera vez que ella escuchaba su nombre. Y luego de un intercambio con su amigo productor, entendió de quién hablaba.
—¿Quién es? No lo conozco, no le pases mi teléfono a nadie. No quiero estar con nadie.
— Sí, lo conocés.
—No sé de quién me hablás.
—Es el director comercial del canal.
—Un gusto, pero no sé quién es.
—Es el que te cruzaste en el molinete.
—¡Ah, ¿el del molinete? Pasale mi teléfono.
Así empezó la historia de amor que duró 10 años. Llegaron a comprometerse pero no a poner fecha de casamiento. Él, por caso, la definía como una unión y celebraba el proyecto que tenían en común. Hasta que la relación llegó a su fin. Recién lo blanqueó en octubre del año pasado, pero la crisis venía meses atrás. Ella intentó tomarse el tiempo necesario para contarlo públicamente y lo hizo una vez que se sintió preparada.
Rolando Barbano
Los rumores de relación entre los periodistas y compañeros de emisora comenzaron a fin de año y fue la propia Iliana Calabró quien los relacionó por primera vez. La actriz contó que había invitado a su hermana a pasar las Fiestas en Mar del Plata, en donde estaba haciendo temporada teatral, pero que Marina se había excusado con que ya tenía planes. “Leí por ahí que anda noviando. Lo leí en los medios. Con Barbano”, aseguró la mayor de las Calabró. Lo que generó una tensa incomodidad entre los protagonistas.
Lo desmintieron durante un tiempo, hasta que días atrás Marina decidió confirmarlo. Y después, juntos, hablaron de su relación en la radio. “El primer beso fue inolvidable, fue único… y lo que tuvo es que fue muy claro en lo que pasaba. No fue un beso y nada más”, contó Barbano y agregó que su círculo se enteró por la prensa y no por él: “El gran reproche de mis amigos es que no les conté nada…”.