El kirchnerismo prepara una nueva disputa con Villarruel por la conformación de las comisiones bicamerales
Desde que Victoria Villarruel asumió como presidenta del Senado de la Nación se trazó una estrategía para tratar de acotar el rango de acción del kirchnerismo. Con solo siete senadores de La Libertad Avanza frente a 33 del bloque de Unión por la Patria, el control de los temas que lleguen al recinto y el momento en que eso suceda son fundamentales para la Vicepresidenta de la Nación.
Esa estrategia tiene dos pilares fundamentales. El primero es el de relegar al kirchnerismo de todos los lugares en donde pueda imponer su número. El segundo, un acuerdo amplio con el resto de la oposición que posicione mejor al oficialismo e iguale de alguna manera el peso de Unión por la Patria.
En ese esquema es que Villarruel conformó las comisiones con acuerdo de la oposición dialoguista. Y lo hizo sin contar con los representantes del kirchnerismo que reclaman que no son consultados y que, además, el oficialismo les “roba” lugares.
Así fue que Villarruel y el oficialismo senatorial cerraron en los últimos días el armado de 19 comisiones, excepto la de Energía, e intentará realizar reuniones constitutivas exprés para 10 de ellas el jueves de la semana próxima. En el reparto aparecen varias presidencias para la oposición anti kirchnerista y el cristinismo aún no informó sobre sus representantes.
“Villarruel y Mayans -presidente del bloque de UxP- se reunieron una sola vez antes del 10 de diciembre. Después, oficialmente, no hubo ningún encuentro. Hay delegados para las conversaciones pero no hablan entre ellos”, explicó una alta fuente del Senado marcando la distancia que existe.
“El acuerdo con el resto de los bloques es para tener el control del recinto. Por eso fue importante porque no sólo puso en marcha un Senado que podría haber sido parado durante estos meses hasta fines de febrero, sino que marcó la cancha para las comisiones. Hay que jugar esas cartas porque si no te llevan puesto, mirá lo que pasó con el DNU”, agegó la fuente consultada con acceso al despacho de Villarruel.
Para las comisiones de 19 y 17 senadores, el oficialismo y la oposición no kirchnerista se quedaron con 11 y 10 lugares, respectivamente. En tanto, los guarismos para Unión por la Patria, que comanda el formoseño José Mayans, fueron de ocho y siete.
En ese esquema el kirchnerismo se prepara para dar pelea. Podría avanzar en buscar acuerdos para intentar revertir esta situación en el recinto. Para que esto suceda necesita sumar como mínimo cuatro votos a sus 33 y, aunque lo consiguió para rechazar el DNU 70/2023, es poco probable que lo logre ahora ya que sus posibles acompañantes ya negociaron lugares en las comisiones con la propia Villarruel. “Eso ya está, va a ser difícil cambiarlo porque ya repartieron las presidencias”, confiaron a Infobae desde el bloque K.
Con ese escenario el kirchnerismo busca hacerse fuerte en las bicamerales especiales. “Acá es donde vamos a dar la pelea porque son relevantes”, agregó la misma fuente kirchnerista. Hay una en especial que despierta mucha atención y es la de seguimiento de las empresas privatizadas, comisión que estuve en desuso y que con la intención de vender y privatizar buena parte de las empresas estatales volverá a tener relevancia.
Otra que está en la mira y es quizás la más importante es la de seguimiento de los organismos de inteligencia. El año pasado la manejó el ex radical y actual diputado kirchnerista Leopoldo Moreau. Ahora le toca al Senado, con un oficialismo que sólo cuenta con siete legisladores y una oposición anti K que la mira con lupa. Ni hablar el Ejecutivo. La misma tiene reuniones y fondos reservados.
La semana que viene Villarruel llamará para conformar 10 comisiones. Se espera que eso suceda el jueves y, en paralelo, los bloque comenzarán a trabajar en dos temas que traerán discusión. El primero, la posibilidad que el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, asista durante abril a la Cámara Alta a presentar el informe de gestión. El segundo y más complicado es que en algunos días hábiles aterrizará el nuevo esquema jubilatorio, otro tema complicado para el oficialismo que deberá pasar el filtro del Congreso.