Julieta Prandi: “Si no hubiese tenido un trabajo que me hizo conocida, no estaría viva”
Julieta Prandi y Claudio Contardi se conocieron en el año 2000 y estuvieron juntos hasta 2004. En 2008 volvieron y se casaron en 2011. Son padres de Mateo y de Rocco. Estuvieron 10 años juntos, hasta que en el año 2019, Julieta se separó de Claudio en medio de un escándalo. Luego la modelo y conductora, denunció a su exmarido por violencia física, psicológica y abuso sexual. Y él arremetió con una denuncia, por de violencia doméstica, pero fue desestimada. Las causas contra el padre de sus hijos continúan en la Justicia. Hoy Julieta vive con sus hijos y tiene una perimetral que le impide a su ex acercarse, los hijos tampoco tienen contacto con su padre porque según el expediente judicial, los niños no quieren verlo. La Justicia confirmó que Contardi, irá a juicio oral y público por la causa de abuso sexual y amenazas.
—Publicás tu primer novela, con un título fuerte…
—Es muy fuerte, pero salió de mi boca, de mis entrañas, charlando con Marcela Citerio, mi editora, una tarde en su casa y hablando de idea de escribir un libro, de mi experiencia y de la historia de los personajes, pronuncié esas palabras, lo hice naturalmente y me dijo: “ese, es el título del libro” Muchas mujeres deben sentir: “Yo tendría que estar muerta”, hice publicaciones en Instagram, y es muy emocionante leer los testimonios de muchas mujeres que me dicen yo también debería estar muerta. Muchas me agradecen que le pongan voz a su historia, como si las representaras y necesitando una justicia que nunca les llegó.
—Todos los días escuchamos casos de mujeres que no se animan a denunciar, que se paralizan, sin poder hablar…
—Contar la historia de esta novela las hace sentir que están representadas, más empoderadas y libres, y sobre todo con voz. También me emociona fuerte que me digan que se dieron cuenta que estaban con un psicópata cuando me escucharon hablar. O me digan: me fui de la relación cuando te escuché. Es increíble. Cuesta mucho salir de determinados lugares y sobre todo cuando se tiene hijos, estuve en ese lugar muchos años, y cuando deseas poderosamente correrte de ese sitio tan doloroso, no sabes por dónde arrancar, por dónde —empezar, a quién pedirle ayuda, cómo irme, cómo planear.
—¿No podías hablar?
—No, estaba aterrorizada, amenazada mis hijos y yo, mi familia, mis amigos. Llegué a estar encerrada en mi casa sin documentos y sin teléfono. Fue realmente un calvario.
—¿Qué te pasaba por el cuerpo cuando escribías esta novela?
—Pasé por todos los estados que te puedas imaginar. Porque tuve que crear situaciones hermosas y situaciones muy oscuras y muy perversas en las cuales por supuesto me sentí identificada con la protagonista, en varias ocasiones. Porque entiendo la violencia emocional, física, económica y de todo tipo. El lenguaje de la violencia, en definitiva es uno solo, quién la vivió, la reconoce y la entiende. En el libro vas a encontrar violencia, todo el tiempo. En cada página se respira, el miedo, y el control que tuvo que atravesar Lucía, es el nombre de la protagonista. Es algo que también conozco por haberlo vivido.
—¿Cuándo escribías, le pusiste una vida a Lucía?
—Yo a Lucía le creé una vida, tiene un pasado y tiene un presente, hay todo un capítulo sobre su pasado. Es un libro que está pensado para convertirse en guión para una serie. Cuando conozcan a los personajes, que la rodean, van a ver de dónde vienen, un poco del pasado y su infancia, y el inicio de su adolescencia.
—¿Quién es Lucía?
—Ella es una chica de Pergamino que soñaba con ser periodista, que estudia y se va a vivir a Buenos Aires para seguir sus deseos. Con el tiempo se encuentra en el mejor momento de su carrera conduciendo el noticiero prime time, en el mejor canal de televisión. Está conociendo a una persona, a Fermín, primero es todo lo maravilloso que puede ser un hombre y de pronto empieza a mostrar quién es realmente, que hay dentro de él. Y allí comienza el calvario, Lucía empieza a pasarlo mal y todo es muy perverso.
—¿Ella no podía habar, pedir ayuda?
—No, claro, de a poco la vas tratando de entender y después descubrir la verdad de la historia, dónde se encuentra parada. Quién es quién, de todos los personajes que van apareciendo en el relato, y por dónde tiene la salida.
—¿Qué lograste con escribir “Yo tendría que estar muerta”?
—La sensación es de liberación. La novela hizo que soltara y que ya les pertenece a otros; fue muy liberador. No es más mía. y además estoy preparándome para escribir una segunda parte. Hay mucho más para contar.
—¿Por qué decidiste hacer público lo que te pasaba?
—No, decidí hacerlo público, fue en un momento de desesperación judicial y de violencia para con mis hijos, situaciones de denuncia y tener enfrente a un juez que no hacía nada. Y qué querían que entregara a los chicos cuando ellos se oponían a estar con el padre, lo hice público para protegerlos y gracias a lo mediático, la justicia comenzó a escu
charme. Lo que más me importaba era la integridad de mis hijos. Tardé un año en hacer la denuncia penal porque para mí era humillante que la gente supiera todas las cosas que me pasaban. Me encontré con muchas mujeres machistas que no ayudan, comisarías que no se ocupan, abandono, vacío legal, madres que quedan solas con sus hijos y no saben qué hacer y que están en manos de psicópatas y a veces todo termina en femicidios.
—¿Tenías miedo de que te matara?
—Si me amenazó varias veces, claro. En definitiva, sé que si no hubiese tenido un trabajo que me hizo conocida creo que sí, que estaría muerta. A mí me salvó en ese momento que la gente supiera quién era yo. Y luego agarré un poco de ropa, a mis hijos y nos fuimos. Pero en el medio pasamos de todo.
—Contaste que hay muchas mujeres que te consultan, que están pasando situaciones similares…
—Trato de ayudar a todos, es más he derivado muchos casos a mis abogados, inclusive muchas de ellas van a venir a la Feria del Libro cuando lo presente y van a acompañarme. Me preguntan y trato de ayudarlas y aconsejarlas de acuerdo a lo vivido. Pero son tantas que ya no sé cómo ayudar. Y como te decía la justicia, el estado, les da la espalda.
—¿Tenés ganas de contar más historias?
—Siempre me gustó escribir desde los 11 y estudié con una profesora de literatura, poemas, cuentos, pero la vida me llevó por otros caminos, ser modelo, conducir, estoy feliz con la radio, y siempre elijo lo que voy a contar y creo que tiene que ver con todo esto. Pero sí, la escritura era algo pendiente. Me gusta contar historias y comunicarme a través de la escritura. Me apasiona, a mi abuela le encantaba que yo escribiera y partió diciendo, que yo siguiera escribiendo. Ella leía todo lo que escribía, Hoy hubiera estado muy feliz, viéndome publicar mi primer libro.
—¿Y Emanuel?
—Él me recompensa, es el compañero que quería encontrar y viceversa, es lo que ambos estábamos buscando y necesitando. Cada uno con sus cosas vividas. Necesitaba encontrar el amor.
Feria del Libro
La periodista María Laura Santillán, será la presentadora de la novela, el día 28 de abril a las 19 horas en la Sala Julio Cortázar, en la Feria del Libro. Además la pareja de Julieta, Emanuel Ortega, escribió un tema de amor, se llama Presa referido al libro, y dedicado a Lucía, el personaje principal, de “Yo tendría que estar muerta”.