Pierrick es uno de los últimos zarpazos del invierno. Pero AEMET ya se centra en lo de después: una dorsal de campeonato
Francia le puso el nombre y se llevará la peor parte, pero la borrasca Pierrick ya está trastornando el tiempo de la península. Y sí, "trastornar" es la palabra precisa: un desplome térmico de hasta 11 grados en muchas zonas del país, olas de hasta cinco metros en el cantábrico y vientos de hasta 80 kilómetros por hora en el nordeste.
Hace tres días estábamos batiendo récord de temperaturas máximas. Estamos primavera y, efectivamente, nos lo está dejando bien claro. Pero va durar poco.
Una pequeña bocanada de invierno: Según las previsiones de AEMET, los frentes asociados a Pierrick dejarán el lunes y el martes "lluvias, nieve, viento y mal estado en la mar". Para el miércoles, la parte más activa del frente habrá pasado y los chubascos serán testimoniales.
En términos prácticos, se trata de una consecuencias del desplazamiento al norte de las corrientes de borrascas atlánticas. Durante estas últimas semanas, un bloqueo en Groenlandia nos estuvo mandando las borrascas a nuestra latitud, pero desde hace días ese bloqueo es historia. Eso significa que, por ahora, solo podemos aspirar a los frentes de este tipo.
En Xataka Este mapa animado es la navaja suiza del clima: muestra el viento, las olas y las corrientes en tiempo real y pasado
O ni eso. Porque, también según AEMET, "después de un arranque de semana fresco para la época en zonas del norte, las temperaturas van a subir progresivamente".
De hecho, según las estimaciones iniciales, "la masa de aire que sobrevolará nuestro país será muy cálida para la época" (con valores superiores a los medidos entre 1990 y 2020 en algunos puntos). Ahora mismo, todo apunta a que durante las próximas semanas tendremos una "dorsal anticiclónica dopada".
Viene calor. Bastante, de hecho. Porque aunque acabemos de entrar en la primavera, el verano está a la vuelta de la esquina.
Y conviene tener en cuenta. Porque aunque las autoridades se apresuraron a aclarar que las lluvias de las últimas semanas no iban a cambiar la hoja de ruta frente a la sequía, apenas unos días después, la situación empieza a ser otra (+). Y llo cierto es que nadie qué va a pasar este verano.
Así que es buen momento para disfrutar de este breve periodo de inestabildiad, porque no sabemos cuándo estará de vuelta.
Imagen | ECM
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