Sólo dos senadores pidieron no percibir el aumento de la dieta, pero aseguran que es impracticable
Los senadores tardaron 50 segundos en votar (y aprobar) un proyecto de resolución sobre tablas que implica un aumento de las dietas. Se decidió definir a mano alzada, así no quedaba registro (más allá de las imágenes) de quiénes fueron los que votaron a favor; de todos modos, ningún legislador pidió que la votación fuera nominal: según el reglamento, si nadie avisa a la Presidencia de la Cámara que vota en contra, significa que acompaña.
Apenas unos minutos más tarde del acto que elevó las dietas de los legisladores de $1,7 millones a $4 millones de bolsillo, y que impone un nuevo mecanismo de actualización, se conoció la noticia y se potenció el impacto que significa una paritaria de más del 100% en los haberes de los legisladores.
Rápidamente, algunos sectores intentaron desmarcarse, pero la realidad es que, pasadas 24 horas de la votación, sólo dos senadores, los mendocinos Rodolfo Suárez y Mariana Juri, se negaron a recibir el incremento e incluso presentaron una nota formal que hoy entró en el sistema de la Cámara Alta. Sin embargo, fuentes del Palacio señalan que la aplicación de esa marcha atrás “es impracticable”.
“Se votó una modificación del valor de los módulos, la contabilidad es la misma para todos los senadores. Si no quieren el incremento, que lo donen, pero en la práctica lo van a recibir”, explicaron fuentes de la Cámara Alta.
Consultadas sobre si habían recibido alguna otra nota proveniente de los bloques de La Libertad Avanza o del PRO -los dos que salieron a decir que no acompañaban- aseguraron que no.
Esto quizá tiene que ver con lo que el resto de los senadores asegura: que el aumento estaba acordado con todos los bloques. El presidente de la UCR, el senador Martín Lousteau, dijo: “Todos votamos. Cuando no se vota con nombre y apellido es porque hubo un acuerdo en la reunión de Labor Parlamentaria. Es algo que acuerdan los presidentes de los bloques en representación de otros. Estaba acordado, uno de la LLA firmó el proyecto y para firmarlo tenés que saber de qué se trata”.
En off the record, los senadores señalan que el proyecto de aumento de las dietas lo escribió el senador Juan Carlos Romero, “un aliado de LLA”. Y esto queda expuesto en la velocidad con la que se realizó el trámite de votaciòn. “Todos teníamos el proyecto, lo sabíamos desde el día anterior, no se puede alegar desconocimiento porque sería peor… significaría que vas al recinto sin saber qué se va a tratar y sin leer los proyectos”, agregaron las fuentes consultadas.
Ahora todo el mundo mira a los Diputados, donde, enterados de la votación en el Senado, le reclamaron a Martín Menem por sus dietas. Según confiaron algunos legisladores de la oposición consultados por este medio, el titular del partido de LLA respondió que era algo que se iba a conversar luego del trámite de la Ley Ómnibus. “Las dietas están atrasadas y ahora, en comparación con los senadores, quedamos muy lejos”, se quejó un representante parlamentario de una provincia del norte que tiene que alquilar en la Ciudad de Buenos Aires.
Lo que votaron los senadores es que van a percibir 13 sueldos al año; el decimotercero en concepto de aguinaldo, algo que no cobran los diputados. La dieta está conformada por 2500 módulos, con un valor de $1802 cada uno; a esto se le suman 1000 módulos por gastos de representaciòn y 500 en concepto de desarraigo.
En resumen, la dieta bruta de un Senador de la Nación que no es de la Ciudad de Buenos Aires quedaría establecida en $7.200.000 brutos, lo que significa un poco más de $4.000.000 de bolsillo.