Piera Fernández, presidenta de la FUA: “No estamos dispuestos a dejar que se ponga en riesgo nuestro derecho a estudiar”
La presidente de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Piera Fernández de Piccoli, reclamó al gobierno nacional que tenga un cambio de actitud después de la masiva movilización a Plaza de Mayo en defensa de la educación pública, pidió que se aumente el presupuesto que no se afecten las clases y advirtió que los alumnos “no estamos dispuestos a dejar que se ponga en riesgo nuestro derecho a estudiar”.
La dirigente habló con Infobae anoche, pasadas las 22, después del vértigo de haber cerrado como oradora central una de las movilizaciones más convocantes de los últimos años. Mientras reconoce que “no puede creer” la impactante adhesión que tuvo la marcha en defensa de las universidades ensaya una explicación de la motivación profunda de muchos de los que decidieron participar en el centro porteño y en las plazas principales de muchas provincias. “La sociedad argentina ya aprendió y ya sabe que no hay posibilidad de un futuro mejor para nuestro país si no es con universidad pública”, afirmó.
Evitó meterse en la dialéctica que propuso la Casa Rosada de resaltar las declaraciones que desde el palco se dieron con claro sentido partidario. “Fue una organización conjunta entre la Federación Universitaria Argentina, el Frente Sindical y el Consejo Interuniversitario Nacional”, explicó y negó que detrás de esa convocatoria masiva hubiera un objetivo por beneficiar a algún sector político-partidario.
Estudiante de Ciencia Política de la Universidad de Río Cuarto y presidenta de la FUA desde 2002, Fernández De Piccoli abordó en la cuestión que se abordó en la masiva protesta que convocó a decenas de miles de argentinos en defensa del valor de la educación pública, sin esquivar a la cuestión de las auditorías que reclaman desde el oficialismo que se hagan para reconstruir el destino de los fondos públicos.
– Le pido una reflexión sobre la movilización. ¿Cómo lo vivió y qué balance hace?
– Estoy muy emocionada todavía, mirando las fotos de la marcha e intentando tomar noción de la cantidad de gente que hubo. Realmente fue un día histórico y esperamos que el mensaje lo reciba correctamente el Gobierno y entienda que esta no fue una marcha partidaria, sino que fue una marcha de toda la comunidad en defensa de la educación pública y que tiene que cambiar la actitud.
–¿Concretamente, con qué? ¿Qué tendría que hacer el gobierno nacional para demostrar que recibió el mensaje?
–En primer lugar, está la cuestión presupuestaria. En el análisis o la variable económica hablamos de la actualización del Presupuesto acorde a la inflación, con el aumento tal cual como lo pidió el Consejo Interuniversitaria Nacional para funcionar. También está la necesidad de atender la cuestión salarial docente y no docente, porque sabemos que han perdido el 50% respecto a la inflación, y la actualización de las becas de los estudiantes. Pero sería muy importante que el Gobierno cambie de actitud en términos de cuáles han sido sus expresiones públicas respecto a la universidad y paren de deslegitimar el reclamo y de atacar a las universidades públicas, porque realmente el mensaje de esta movilización fue muy contundente. La sociedad argentina está orgullosa de la universidad que tiene. Esperamos que paren con este ataque permanente y que podamos realmente ir hacia el diálogo y cuidar la educación pública, porque es nuestro derecho.
–Con respecto a la movilización tan masiva, ¿por qué cree que hubo tanto apoyo a este reclamo de las universidades?
–La sociedad argentina ya aprendió y ya sabe que no hay posibilidad de un futuro mejor para nuestro país si no es con universidad pública. No hay posibilidad de desarrollo sin ciencia, sin tecnología, sin los graduados de excelencia que nos da la universidad. Eso es lo que salió la gente a manifestar: que no estamos dispuestos a renunciar a nuestro futuro y a un futuro mejor como país.
–El Gobierno plantea que hay que hacer auditorías sobre el destino de los fondos que administran las universidades. ¿Qué opina?
–Me parece muy importante decir que la universidad se debe a la sociedad y, por tanto, está perfecto que se rindan cuentas. De hecho, las universidades lo hacen, primero por su control interno -que hace el Consejo Superior, donde están los consejeros de distintos partidos políticos o agrupaciones a partir de las elecciones democráticas que tiene cada universidad- y después el control externo que realiza la Auditoría General de la Nación. Esto es producto de la autonomía universitaria también, que es un principio conquistado durante la Reforma Universitaria en 1918 y también consagrado por la Constitución Nacional, a partir de la reforma del 94.
Si hay que profundizar las auditorías, hay que hacerlo, pero siempre en el marco de lo que prevé la Constitución Nacional y no que sea un invento y un planteo del Gobierno para deslegitimar el prestigio que tienen las universidades nacionales. Eso es lo que nos duele. Sobre el planteo, no por negarnos a auditar.
–También desde el Gobierno plantearon que hubo discursos partidistas, como el de Taty Almeyda, que dijo “perdimos las elecciones” o las palabras de Adolfo Pérez Esquivel. ¿Qué responde como parte de la organización?
–Nosotros hicimos un gran esfuerzo y lo pudimos conversar con todos los actores, tanto del Frente Sindical como del CIN, buscando que esta marcha no se partidice, buscando que se demuestre que era una marcha universitaria. Creo que se logró con la participación de la gente y por supuesto con la construcción del documento común, que es el que yo leí en el acto, que demuestra claramente el espíritu de defensa del sistema universitario.
–¿Cómo sigue esto? ¿Cómo van a seguir estos reclamos?
–Esperamos novedades. Insisto, desde hoy mismo esperamos un cambio de actitud y si no, seguiremos organizándonos colectivamente como lo estamos haciendo, porque no estamos dispuestos a que se ponga en riesgo nuestro derecho a estudiar, no estamos dispuestos a que se ponga en riesgo a la universidad. Si no hay un cambio de actitud y un cambio de postura, porque realmente lo que esperamos es el diálogo, poder construir acuerdos que nos permitan que las universidades sigan abiertas y sigan funcionando. Si eso no sucede, seguiremos luchando”.