La verdadera historia del polémico show de Nirvana en Argentina que fue considerado como el peor de toda su carrera
El 30 de octubre de 1992, el estadio José Amalfitani de Vélez Sarsfield en Buenos Aires fue testigo de uno de los conciertos más memorables y polémicos de Nirvana, que marcó un punto de inflexión en la escena del grunge y del rock internacional en Argentina.
Con alrededor de 40.000 espectadores en el recinto, la expectativa era alta para la actuación de la banda. De todas maneras, el recital de Nirvana se hizo esperar. Primero, tocó la banda nacional “Los Brujos”, que hicieron de teloneros del conjunto estadounidense.
El desempeño del grupo argentino fue realmente bueno y generó que miles de fanáticos de Kurt Cobain, Dave Grohl y Krist Novoselic, terminen aplaudiendo y saltando al ritmo de canciones como “Fin de semana salvaje” y “Kanishka”, sus más grandes éxitos.
De todas maneras, aún faltaba el show de Calamity Jane, un grupo íntegramente femenino de Portland liderado por Gilly Ann Hanner. Pero, lamentablemente, lo que prometía ser una celebración del grunge terminó en una noche llena de polémica y problemas que resonaría en la industria musical por años.
La causa por la que Nirvana dio el peor concierto de su carrera en Argentina
La hostilidad del público hacia Calamity Jane fue inmediata y brutal. Insultos, agresiones y objetos lanzados desde la multitud impactaron a la banda. Johanna Bolme, bajista y guitarrista del conjunto, recordó en su blog el evento con amargura: “Fue nuestro último show, debido a una variedad de circunstancias. Esa noche tuvo un gran impacto en nuestra autoestima. Combinado con el hecho de retornar a casa con nuestras guitarras rotas y tener que esperar tres meses a que nos paguen por un problema del management. Estábamos descorazonadas y decidimos volver a Oregon sin siquiera finalizar el tour. Nuestro ánimo estaba por el suelo y nos tomó años recuperarnos”.
Ella no fue la única integrante de la banda en dar declaraciones sobre el altercado. De hecho, la líder de la banda, Gilly Ann Hanner, manifestó: “Nos escupieron, nos tiraron con todo lo que tenían a mano, nos gritaban ‘putas’, nos mostraban el pene. Quizás de haber estado prevenida de cómo eran los recitales en Argentina lo hubiera tomado distinto, o pudo ser mi falta de experiencia, pero en ese momento mi única reacción fue la furia total”.
La postura de Nirvana frente al comportamiento del público argentino
Frente a esta situación, Kurt Cobain, conocido por su postura en contra del sexismo y autoproclamado ‘feminista’, expresó su descontento de una manera única. Decidió no interpretar “Smells Like Teen Spirit”, su tema más popular, como señal de protesta, pese a haber amagado varias veces con tocarla, dejando al público expectante.
El periodista argentino Sergio Marchi fue el único que pudo hablar con el cantante después del recital. El artista afirmó: “La gente fue tan mala con Calamity Jane que no se merecía escuchar la canción”. Esta decisión reflejó no solo su solidaridad con la banda femenina sino también su compromiso con la lucha contra el sexismo en la música y la sociedad. Cabe recordar que la única vez en la que Calamity Jane había teloneado al trío comandado por Kurt Cobain, había sido en un festival anti-homofóbico en Portland.
El mismo líder de la banda expuso en el libro Nirvana: The Chosen Rejects: “Durante todo su repertorio, la audiencia estaba arrojando dinero y todo lo que tenían en sus bolsillos, basura y piedras, solo amedrentándolas. Eventualmente las chicas no pudieron más y comenzaron a llorar. Fue terrible, una de las peores cosas que he visto, una gran masa de sexismo”.
Finalmente, expresó en la misma obra: “El público no se dio cuenta de que estábamos protestando contra lo que habían hecho. Tocamos durante unos 40 minutos y la mayoría de las canciones estaban fuera del álbum Incesticide, por lo que no reconocieron nada. Terminamos tocando ‘Endless, Nameless’ que está al final de Nevermind, y como estábamos tan furiosos y tan enojados por toda esta situación, esa canción y todo el set fueron una de las mejores experiencias que tuve en mi vida”.
La actuación de Nirvana aquella noche fue intencionadamente errática y desapegada, alterando el setlist para incluir temas menos conocidos y omitiendo sus éxitos más grandes. El recital comenzó con “Nobody Knows I’m New Wave”, interpretada exclusivamente en Buenos Aires, y continuaron con una selección de canciones que dejaron a muchos sin la satisfacción de escuchar sus favoritas.
A pesar de la tensión con el público, la calidad musical de Nirvana no pasó desapercibida. La crítica destacó las interpretaciones de canciones como “Come As You Are”, “Lithium” y “In Bloom”, así como la excelente calidad del sonido. Este aspecto positivo se vio apoyado por la entrega vocal de Cobain, a pesar de las circunstancias adversas.