25 años del estreno de Caramelito y vos: el éxito que Cecilia Carrizo logró con los niños, la sociedad con Reina Reech y el debut de Lali
Cuando Cecilia Carrizo se acercó a Pablo Codevilla, en la previa de lo que sería el ciclo Decime cuál, cuál, cuál es tu nombre, tras el alejamiento de la televisión de Nicolás Repetto, le mostró el personaje que tenía pensado para brillar en la pantalla chica.
Si bien ella era parte de la tribuna del programa, se animó a mostrarle una creación que se llamaba E.T. – Escucho tristezas, que refería al trabajo que durante muchos años había hecho Luisa Delfino en radio y televisión. Sin embargo, su interlocutor dio por tierra de inmediato con la propuesta y le dejó en claro que no le gustaba. Así fue que Cecilia debió descartar la idea y pensar otra, hasta que apareció Caramelito, la profesora con buena onda que finalmente resaltó en la televisión, para luego continuar un camino que no había imaginado ni en sueños.
Los comienzos de su éxito con el público infantil
A los 17 años, Cecilia comenzó a trabajar en el medio. Fue parte de publicidades y series como Amigovios y Los Machos y fue recién cuando se presentó al casting para el nuevo programa de Nicolás Repetto que su vida cambió por completo.
La tribuna de Nico primero y la de Decime cuál, cuál, cuál es tu nombre después -ambos por Telefe-, fueron las bases sobre las que se terminó de formar la actriz. Debido al éxito que su personaje tenía con los más chicos, se le abrieron las puertas para un envío dirigido al público infantil, ese que amaba desde siempre pero que nunca pensó que iba a lograr. Para esto, necesitaba un golpe de suerte.
“Muchas nenas se disfrazaban de Caramelito, con ropa de profesora de gimnasia y una gorra para atrás”, recordó Cecilia en una entrevista en Los Mammones. “Una vez, mi padrino había alquilado una casa de fin de semana y había unas nenas que se acercaron a saludarme, a pedirme fotos. Una de ellas era nieta del que era en ese entonces el vicepresidente de Sony Music, Hugo Piombi. Cuando la nena le explica quién soy, él me viene a decir que tenía que hacer un programa infantil.
Cecilia sintió que se cruzaban los caminos. En 1997, llegó a la pantalla Caramelito en barra, el ciclo en el que pudo jugar a ser ella misma. Así, potenció su vínculo genuino con los niños y se hizo cargo no solo de las canciones del programa sino también de todo lo referente a la producción. Si algo tenía claro era que no iba a dejar ningún cable en manos de otros.
El éxito fue tan inmediato como inesperado. “Fue muy fuerte llenar el teatro Astral en dos funciones diarias, se abría el telón y me llenaba de emoción. En cada función me pasaba eso, y después me tocó recorrer el país y me ocurría lo mismo. Lo disfrutaba al mango, no lo podía creer y agradecía, lo sentía un regalo”, rememoró sobre ese tiempo en charla con Daniel Dátola, en Detrás del éxito.
El programa iba a las 19 por la pantalla de Canal 13. Con todo su carisma, Cecilia recibía invitados famosos con quienes merendaba, además de presentar las canciones y coreografías con parte del cuerpo de “la barra” que acompañaba a la conductora. Entre ellas, hubo artistas que luego desarrollaron una carrera en la actuación en el país y en el exterior, como Dani Martins, Noelia Castaño, Natalia Lalli, Ulises Celestino, Hernán Gayoso, Ariana Pardo, Lucas Castaño y Cynthia Silberstein.
El ciclo también contaba con una novela con todos los integrantes del staff, un segmento donde los famosos se enfrentaban al juego del ahorcado y móviles en la puerta de los colegios, donde los chicos detallaban qué les molestaba de sus padres o puntualizaban en el ”caramelo ácido” del curso. Tampoco faltaban los concursos, en los que los participantes se podían ganar bicicletas o viajes a Estados Unidos con solo enviar una carta con consignas variadas, que iban desde un dibujo hasta el estuche de una pasta dental.
De esta manera, entre 1997 y 1998, Cecilia confirmó que ese amor que sentía por los más chicos desde siempre, también podía plasmarlo en la pantalla, en las constantes giras y en el todavía pujante mercado discográfico. Su primer CD, “Caramelito en Barra”, vendió más de 200 mil copias y no dejaba de sonar en cada fiesta infantil. El siguiente paso suponía un desafío mayúsculo: superar o, al menos, empatar el boom generado tras su irrupción como conductora infantil, y para ello se alió con quien hasta ese momento era un ícono en el rubro.
La sociedad de Caramelito Carrizo y Reina Reech: toda una revolución
Reina Reech y Cecilia Carrizo unieron fuerzas para lanzar Caramelito y vos, la nueva propuesta infantil de Canal 13, que comenzó a emitirse desde las 18 horas del 1° de enero de 1998. La presentación oficial del envío se realizó en la Escuela de Arte de Reina, ubicada en el porteño barrio de Belgrano. Este hecho marcó el inicio de una prometedora sociedad artística. El proyecto encontró a Reech asumiendo el rol de productora general y creadora, mientras que Carrizo fue la cara visible frente a la cámara.
El programa, que fue aprobado por Canal 13 tras la grabación de un piloto producido por Martín Kweller y Raúl Naya, fue una mezcla de entretenimiento y educación, donde se abordaron temas entre los que se incluyó a la ecología. Con el objetivo de atrapar tanto a niños como a adolescentes, y con la confianza de que incluso los adultos encontrarían atractivo el contenido, ambas confiaron desde el inicio en que este nuevo formato se convirtiera en un referente del entretenimiento infantil saludable y constructivo.
En esta nueva etapa, “la barra” que la acompañaba en su primera incursión televisiva, fue reemplazada por un grupo de amigos entre los que se encontraban el rapero Hugo, que bailaba y relataba distintas historias con ritmo de rap; también el mono Coco, acróbata, equilibrista y un romántico total; Valeria Viola, una guitarra eléctrica de grandes pestañas y larga cabellera platinada que hablaba de lo que más sabía: la música. Por supuesto, no faltaban las coreografías que divertían a todos. También, otro segmento destacado fue “Las preguntas del preguntón”, que resolvían las dudas hasta del más curioso.
La audiencia tuvo la oportunidad de conocer, además, los espacios verdes más destacados de Buenos Aires gracias a la contribución de Súper Ecológica, la “hermana interestelar” de la conductora, quien lideraba el noticiero ambientalista del programa. También hubo actividades que invitaron a la participación activa y al desarrollo de habilidades artísticas. La sección “Monomanías”, por ejemplo, introdujo al público infantil en el arte del teatro de títeres, utilizando guantes en lugar de los tradicionales muñecos. Por otro lado, “Cuando sea grande quiero ser…” abrió un espacio para que profesionales de diversas áreas compartieran con los niños en qué consistía su trabajo, promoviendo la educación y orientación vocacional desde temprana edad.
Pero sin dudas la sección que quedó en el recuerdo de todos fue “Hoy me parezco a…” en la que los chicos imitaban a sus cantantes favoritos. Así, por la pantalla desfilaron jóvenes de todo el país en busca de cumplir sus sueños, imitando a figuras de la talla de Gloria Estefan, Thalía, Fey, Gilda o incluso a la propia Caramelito. Y fue allí donde una joven Mariana Espósito haría su debut en la televisión, y años después comenzaría a hacerse conocida bajo el apodo de Lali para llegar al punto en el que conquistó al mundo.
La irrupción de Lali Espósito gracias a Caramelito
En una vieja charla con Perros de la calle, ciclo en ese entonces aún transmitido por Radio Metro, Lali se refirió a su debut: “En el ‘98 fue mi primera aparición televisiva, en Caramelito y vos. Yoera fan de Reina, mal. Bailé una canción de Natalia Oreiro, “Cambio dolor”, me pinté el lunar, todo. Y yo mala onda con Caramelito, que me preguntaba de dónde venía, y nunca le contesté, miraba al frente y ni siquiera la miré. Entre tímida y mala onda, me pintó así, yo estaba en ‘no me jodas, vine a bailar’, y pusieron play al tema y sonrisa y arranqué. Me gané una cocina de juguete que tuve muchos años”, rememoró con lujo de detalles.
Lali agregó que no había tenido contacto con Carrizo: “Nunca me la crucé, he contado la anécdota, supongo que la escuchó”. Entonces, Andy Kusnetzoff le pidió a su producción que se comunique con la animadora, mientras la artista seguía recordando aquel día iniciático. “Me dio el lugar en su programa, estaba toda mi familia mirando, por supuesto, yo tenía 6 años. Y cuando aparezco, todos se empiezan a cagar de risa y el Tío Tata, primo de mi abuela, un bailarín de tango muy reconocido, que de hecho era profesor, se para ofendido y dice ‘no se rían, esta chica va a ser una estrella’”.
Finalmente, lograron comunicarse con Caramelito: “Sé que vino al programa porque me han mandado alguna foto con el Mono Coco, y ahora ella es una súper estrella internacional y me dio tanta ternura ver a una chiquitita ahí, la verdad que es divino”, relató la animadora al aire de la radio. “Es muy emocionante que personas como ella, lo que han hecho, o Reina o Cris (Morena) desde la producción, es muy real lo que incentivás a un pibe a lo artístico”, devolvió Lali. “Yo la veía desde mi casa y mi sueño era ser ella, poner su disco y bailar frente al espejo. Es parte del motor que te hace un poco ir por ese sueño”, continuó.
Finalmente, Carrizo destacó la dedicación que ella le ponía a cada programa. “En ese momento, cuando yo lo hacía, siempre tuve como una consciencia de que lo que me sucedía era importante, siempre refiriéndome al vínculo con los chicos. Para mí no era lo mismo, un ‘que pase el que sigue’ y hoy entiendo que tuve suerte con ese registro, con esa atención, porque es como que a veces uno entra en una vorágine en lo laboral y, sin embargo, es algo que tiene una dimensión en la vida de cada uno y a veces lo frenamos y no llegamos a registrar que es algo como muy power que te puede marcar para siempre”.