Mauro Szeta sorprendió cuando reveló el impensado trabajo que tuvo en su juventud
El periodista y especialista en casos policiales, Mauro Szeta, compartió recientemente una faceta poco conocida de su juventud. Fue en el programa Cortá por Lozano (Telefe) durante una charla sobre sus primeros trabajos. En ese contexto, apareció en la pantalla una vieja fotografía donde se lo podía ver disfrazado de Goofy, el histórico personaje de Disney. “Inchequeable, no sos vos”, disparó divertida la conductora del ciclo, Verónica Lozano, para luego consultarle si su ocupación tenía relación con los clásicos trencitos de la alegría que suelen recorren la Costa Atlántica durante el verano.
Entonces, Szeta reveló que sus primeros pasos en el ámbito laboral incluyeron tareas como repartir volantes, disfrazado, en el barrio porteño de Once. “Fui Tribilín y Goofy, para quienes no hayan nacido en esa época. La tarea era, enmascarado en ese vestuario, tenía que repartir volantes para un local de venta de pelucas y para otro de venta de artículos escolares”, recordó.
Mientras el periodista repasaba sus experiencias, en la pantalla comenzaron a exhibir imágenes de esa época, donde se lo pudo ver, incluso, acompañado de otras personas que también realizaban con él las mismas tareas. Además de su inusual puesto promocionando establecimientos comerciales, Mauro también confió que tuvo otros empleos durante sus años formativos. Entre ellos, recordó que trabajó como ayudante en la gastronomía y cajero en un restaurante. “Fui peón de mostrador y adicionista, todo en la misma época”, dijo.
Más adelante, atribuyó su pasión por el periodismo policial a una tarea específica que desempeñó durante su juventud: controlar la asistencia de público en salas de cine y teatro, una labor que lo introdujo a la observación y el detalle, elementos clave en su carrera actual. En ese mismo período, explicó, también vendió productos de perfumería junto a su madre.
“Controlaba con un cuenta ganado cuánta gente entraba a las salas de cine y teatro para que no se llenara el espacio. Y también con mi vieja vendíamos productos de perfumería juntos. Todo esto, a la par de que mi viejo laburaba en una casa de cotillón”, recordó ante la atenta mirada del resto de los integrantes del panel del ciclo.
En otro de los envíos del ciclo, el periodista también abrió su corazón y contó detalles íntimos de su vida al compartir cómo era el día a día con su mujer, Clarissa Antonini. Durante la charla, Mauro hizo una revelación que sorprendió a todos sus colegas: no comparte la cama con su esposa. Y explicó por qué tomó esa decisión.
El tema de discusión giraba en torno a los hábitos y rituales de sueño de cada participante. Ahí, el periodista dio detalles de la convivencia y reveló un dato que dejó a todos boquiabiertos. “Hace mucho tiempo que con Clarissa no dormimos juntos. Yo lo decidí, ella no está muy copada con la idea, pero duermo solo y me fui a una cama chica que no supera el metro veinte”, compartió Szeta respecto a cómo buscó una solución para mejorar su descanso nocturno.
Luego, enfatizó que su decisión no tuvo nada que ver con la relación con su esposa. “Es una cama cedida por una hermana de ella, y yo me encariñé mucho con ese lugar. Es que no me copa dormir con el otro, no es personal. Es una posición mía”, se sinceró el periodista de Telefe, quien profundizó sobre su perspectiva del sueño compartido: “Creo que dormir con el otro no es importante, sino que lo importante es esta cosa angelada de mimitos. La palabra ‘cucharita’ me deprime”.