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La conmovedora lucha de Gabriela Sobrado para convertirse en mamá: “Después de 13 intentos de fertilización quedé embarazada”

Gabriela Sobrado, a punto de ser mamá
Gabriela Sobrado, a punto de ser mamá (@guiyecastro)

“Fue una explosión de emociones” describe Gabriela Sobrado al momento en el que se enteró que había quedado embarazada. Después de 12 intentos fallidos de tratamientos de fertilización asistida, donde pasó por casi todos los estados anímicos y físicos, finalmente en el número 13 logró concretar el sueño de ver crecer a su hijo adentro de su panza. La periodista de Plan TV (El Trece) y Mshow (Ciudad Magazine) habló con Teleshow para contar su experiencia y cómo espera la llegada de su bebé, de quien no revela aun el sexo ni obviamente el nombre que eligió.

Como muchas mujeres, a los 35 años Gabriela decidió congelar sus óvulos para no sentir la presión de ser madre si aun no había conocido a la persona indicada para que la acompañe en el proceso. Cuando después de varios años se enamoró de su expareja, en pandemia, decidió que era el momento de intentar convertirse en mamá. Allí, cuenta, comenzó una etapa difícil, “de poner el cuerpo”, donde en el último intento había decidido que si no lograba quedar embarazada, ya pensaba desistir de este sueño. Y entonces, casi de manera impensada para ella, ocurrió: estaba esperando a su hijo.

—¿Cómo te sentís atravesando la última etapa del embarazo?

—Súper bien. La fecha de parto primero fue el 8 de mayo, después el 19 y ahora ya se pasó para dentro de unos días, porque estoy con contracciones desde hace un par de semanas. Entonces estamos ahí todo el tiempo hablando con el médico y esperando, igual cuanto más tiempo esté en el hornito, mejor. Supuestamente, ya pesa alrededor de tres kilos y medio. Pero es aproximado, no es exacto lo de que dice el monitoreo. Pero pesa bastante. Soy una panza y después vengo yo (risas).

Gabriela Sobrado cumplió el sueño de quedar embarazada (@guiyecastro)
Gabriela Sobrado cumplió el sueño de quedar embarazada (@guiyecastro)

—¿Cómo transitaste estos casi nueve meses?

—Muy feliz y si bien durante los primeros tiempos tuve algunas náuseas, al lado de los tratamientos que tuve que hacer para quedar embarazada, lo súper disfruté. De todos modos, me tuve que cuidar porque tengo diabetes gestacional. Así que estoy con dieta y le agregamos insulina. Supuestamente, una vez que el bebé nazca, ya volvería a la normalidad.

—¿Estás embarazada de un solo bebé?

—Sí, es uno solo. Siempre hice todas las transferencias de a una, porque sabía que se podían multiplicar y tampoco quería eso.

—¿Vas a ser mamá soltera?

-Ahora no estoy en pareja, estoy transitando el embarazo con mi exnovio porque es un proyecto que comenzamos juntos hace dos años y siete meses con los tratamientos. Fue un proyecto compartido y bueno, ya por suerte, pasando las últimas instancias, porque no soporto más. Es muy difícil para las parejas seguir los tratamientos, tienen que estar muy maduras, muy afianzadas porque te desgasta, genera muchísimo desgaste. En ese sentido, los dos estamos muy contentos. Fue súper buscada la gestación.

Gabriela Sobrado
@photojohnnyar @laurencioadot

—¿Cómo fue el proceso para concretar el embarazo?

—Se dio en el intento número 13. En realidad, pasé por tres clínicas, la que había congelado cuando tenía 35 años, hace muchos años, cuando apenas era una novedad. Y en pandemia dije: ‘basta, es el momento. Cuánto más voy a esperar’. Ahí lo hablamos y los dos encaramos este proyecto. Fue muy difícil y lo inicié en la clínica en donde había congelado los óvulos, pero en ese momento no funcionó. Después fui a una clínica en Nueva York, que nos habían recomendado, ahí tuve otros tratamientos y un asesoramiento y, como tampoco funcionó, nos sugirieron una clínica acá en Buenos Aires, que fue la tercera y con la que sí pude quedar embarazada. Por suerte, porque para mí ya era el último intento, esa es la verdad. Porque yo no quería más, mucho esfuerzo físico y emocional. Para una mujer es muchísimo y, más allá de la persona que lo está haciendo, el entorno también tiene que acompañar mucho, porque son muchos cambios emocionales. Yo soy muy de refugiarme. Y en el momento en el que dije ‘bueno basta, ya está' fue también porque ambos ya estábamos muy cansados. Más allá de que estuve todo el tiempo con acompañamiento psicológico, si no me hubiera resultado imposible.

— ¿Y cómo fue el momento en que te enteraste que habías quedado embarazada?

—Fue una explosión completa de emociones. No caía hasta que tuve los resultados de los estudios, que tardó como 15 días el Beta y 15 días más hasta la ecografía. Cuando me hicieron la primera ecografía estallé en llanto al escuchar los latidos del bebé, porque no me habían avisado que los iba a escuchar. Encima, yo soy media dura, no me gusta estar llorando públicamente pero fue imposible contener, no pude disimular nada, estaba todo a flor de piel.

—¿Cómo transitaste las distintas etapas?

—Traté de disfrutar la panza lo máximo que pude y, ahora, que se acerca la fecha del parto, estoy tratando de que se quede en el hornito, para que se desarrolle bien todo. Los primeros meses tuve un poco de náuseas y también estuve en reposo. Volvía del sillón a la cama y así. Después, me pasaron cosas raras con el gusto y los antojos. Por ejemplo, antes me gustaba la lasaña de berenjena y, de golpe, ya no me gustó más. Y me agarró antojo de comer papaya, algo rarísimo, así que por suerte unas amigas me la consiguieron freezada.

Gabriela Sobrado
@photojohnnyar @laurencioadot

—¿Hiciste algún ritual para quedar embarazada?

—No, no soy de creer mucho en eso, pero me frenaba por cada iglesia que pasaba. Cuando me enteré, sí fui a agradecer de un modo muy especial. Te cambia mucho la vida.

—¿Cómo te preparás para la llegada del bebé?

—Ya tengo toda la ropita, tengo todo listo. Me costó conseguir el repelente orgánico, por ejemplo. Después, tengo ropita de dos talles porque como parece que viene grande y también tengo de recién nacido y de tres meses, por las dudas. Lavé todo con jabones especiales por arsénico para recién nacidos. Ahora disfrutando la panza que está enorme. Este último tiempo tuve muchos cambios. La nariz se te hincha, los pies… ¡olvidate de los zapatos! no me entran más. Ando en zapatillas. Y a la mañana me siento Angelina Jolie por los labios hinchados (risas).

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