El Gobierno se resignó a no llegar al 25 de Mayo con la Ley Bases y busca morigerar las modificaciones
El Senado de la Nación cierra su segunda semana de debate de la Ley Bases y del paquete fiscal con la frustración del oficialismo y la aceptación de un nuevo cronograma para los proyectos. Lejos quedó la idea de un acto del 25 de Mayo con Javier Milei con las leyes aprobadas. Tan lejos como el triunfo holgado en la Cámara de Diputados.
Alrededor de las 11, las comisiones de Legislación General —cabecera, que comanda el libertario Bartolomé Abdala—; Presupuesto y Hacienda; y Asuntos Constitucionales del Senado comenzaron el debate, en donde LLA buscó finalizar la escucha de expositores y, con las mayores expectativas, intentar pasar el dictamen a la firma. Pasadas las 20 seguían los expositores, pero habían desaparecido las expectativas.
Durante todo el día fueron exponiendo empresarios, ex funcionarios, directores de cine, científicos y miembros de la sociedad civil invitados en su gran mayoría por el bloque de Unión por la Patria y la UCR, los sectores que presentan las mayores críticas a las leyes libertarias.
En medio de este debate, la Cámara se revolucionó porque aparecieron en el despacho de Victoria Villarruel el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el vicejefe de Gabinete, José Rolandi. Los dos negociadores del Ejecutivo se reunieron con la Vicepresidenta para sumarla en la conversación. Las normas están empantanadas en la Cámara alta y Villarruel, que logró construir puentes con diferentes sectores de la oposición, no estaba tenida en cuenta por la Casa Rosada para las conversaciones. A partir de hoy, se suma a la mesa en busca de acelerar los procesos y conseguir los votos que necesita el oficialismo para sancionar las leyes.
En este esquema, el oficialismo ya aceptó que la norma, si se aprueba, se hará con cambios y la profundidad de esos cambios y la cantidad de votos que tengan en el recinto son fundamentales para el futuro de las iniciativas cuando vuelvan a Diputados.
Lo que busca el oficialismo, y lo que los legisladores de los sectores dialoguistas esperan que LLA entienda, es que un rechazo de algún artículo central podría significar que la ley se caiga. “Si los 13 radicales te votan en contra, más los 33 de UP, más alguno de otro bloque, podés tener 48 votos o más en contra y eso haría que en Diputados sea imposible que lo puedas reponer”, señalaron.
El razonamiento es simple. Si algo se vota con mayoría simple en el Senado, Diputados puede insistir con el texto original con la misma mayoría simple. Si se rechaza por los dos tercios, el oficialismo debería conseguir la misma cantidad en la Cámara baja, algo que hoy parece imposible.
Otro punto que preocupa al oficialismo es el peso de los legisladores patagónicos. Todos ellos -sin importar al bloque que pertenezcan- se oponen a las modificaciones de Ganancias y a la privatización de Aerolíneas Argentinas y el Correo Argentino. Asimismo, las provincias mineras miran de reojo el Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI). “Si todos los patagónicos te votan juntos perdiste. Son el 25% de la Cámara, si les sumas al resto de los legisladores de Unión por la Patria te suman una cantidad de votos que es irreversible en Diputados”, explicó un fuente de la Cámara alta que sigue muy de cerca el “poroteo”.
El paquete fiscal estaba pensado para que sea debatido hoy por la tarde, pero la duración de las exposiciones se fue extendiendo durante las últimas jornadas, por lo que los senadores determinaron que ese debate se dé la semana próxima en la reunión de la comisión de Presupuesto y Hacienda.
De esta forma, la lista de expositores que analizaron distintos aspectos de la Ley Bases concluirá esta jornada, luego de tres días de intercambio entre especialistas y legisladores.