Lita de Lazzari, la popular defensora de los consumidores que se hizo famosa en la década del ‘90: perfil de una mujer polémica y carismática
Ángela María Palermo de Lazzari, conocida popularmente como Lita de Lazzari, fue una figura destacada durante décadas. Nacida el 27 de julio de 1925, la mujer que le hizo una guerra descomunal a los precios provenía de una familia humilde, siendo hija de una modista y un panadero. Desde temprana edad, aprendió el valor del trabajo duro y la importancia del ahorro, lecciones que la acompañarían a lo largo de su vida.
Su infancia en el barrio de Mataderos, estuvo marcada por la enseñanza de su abuela, quien la enviaba a la feria con la consigna de recorrer los puestos dos veces, recordar los precios y regresar con vuelto. Esta experiencia temprana desarrolló en Lita un agudo sentido de la observación y la economía doméstica, cualidades que más tarde serían fundamentales en su carrera mediática.
“Me crié con mis abuelos, mi papá murió cuando yo tenía 6 años, tuve que salir a luchar. Estudiar y trabajar lo tuve que hacer por mis propios medios porque pobrecita mi mamá estaba solita. La sabiduría de mis abuelos fue lo que me sirvió siempre”, contó ante las cámaras de una de sus tantas entrevistas que dio en televisión. Lita estaba casada con Hugo Lazzari y tuvo tres hijos Cecilia, Alejandro y Gustavo, los dos varones le dieron cinco nietos.
“Les debe pasar a todos los hijos, pero yo la recuerdo todos los días como a mi viejo también. Ella falleció en el 2015 y mi papá en el 2016, los dos con 89 años. Siempre fui un agradecido de tener a mis padres hasta los 50 años míos, cosa que no es habitual. No dejan de ser una referencia para mí porque en cada quilombo que tengo me pregunto ‘¿qué habrán hecho estos tipos con esto?’”, manifiesta Gustavo Lazzari, el hijo menor de la recordada mediática ama de casa.
“Eran dos personas muy distintas, mi viejo era muy racional, había estudiado en la Escuela Técnica Otto Krause en el año ‘40, que hoy sería un posgrado, y mi vieja era todo lo contrario: muy sentimental y apasionada. De pronto, pensaba con la lengua y hablaba antes de pensar, pero se la jugaba, era la persona con más valentía y humor que le encontré a un humano. No le importaba nada de nada, le podías decir cualquier cosa y después te invitaba a comer fideos… eso era de manual, era muy raro que se enoje con alguien, casi imposible…Y trato de emular de eso porque tenía una empatía increíble hasta con personas a las que no conocía”, recuerda con mucha emoción el joven economista.
Fue en la década de 1990 cuando Lita comenzó a hacerse conocida a nivel nacional en los medios de comunicación. Su carisma y su estilo directo la convirtieron en una figura popular en la televisión argentina. Durante esa época, tuvo numerosas apariciones en programas de televisión y condujo varios ciclos propios, como “El show de Lita 1995″, “El parlamento de Lita” y “33 millones”, donde compartía la conducción con Jorge Rossi.
En una oportunidad, Lita contó en quien se esmeró para llevar adelante su proyecto en televisión. “Estuve en Francia y vi como las amas de casas francesas tenían un programa de televisión y cuando volví al país me reuní con las autoridades de ATC para empezar a pagar un espacio y hacer el programa acá, y me lo aceptaron”, recordó. “Empezamos trabajando pasando precios hasta que nos agarró la hiperinflación y nos enloqueció, teníamos mucho trabajo. Lo bueno de la televisión es la obra social que uno puede hacer porque ATC llegaba a todo el país, a los lugares más humildes… era una cosa increíble como recibíamos cartas que necesitaban tal cosa, y nosotros lo conseguíamos porque estábamos en un medio de comunicación. Y eso es lo importante del medio de comunicación, empezamos 1985 y fuimos cambiando de nombre y de horarios”.
Una de las frases más célebres de Lita, “Camine, señora, camine”, se convirtió en un lema para muchas amas de casa, alentándolas a buscar precios y ahorrar en sus compras diarias. Su estilo sencillo y directo resonaba con la audiencia, y su programa se convirtió en un referente para quienes buscaban consejos prácticos sobre la economía doméstica.
Sin embargo, sus comienzos en la pantalla chica fueron difíciles. “Al principio tenía timidez, pero sabía que la gente estaba y yo le hablaba con tanta sinceridad que el público captaba eso. A veces me retaban los productores y se tiraban en el suelo para que dejara de hablar, pero no les hacía caso y se enojaban conmigo”, contaba como anécdota cada vez que hacía un repaso de su carrera.
Además de su trabajo en televisión, Lita incursionó en la radio y fue convocada por varias empresas para ser la cara de sus marcas. En 1993, se rumoreaba que recibió un generoso subsidio del entonces presidente Carlos Menem, lo que generó controversia en ese momento. Sin embargo, bajo su liderazgo, la Liga de Amas de Casa, que presidió entre los años 1981 y 2004, creció significativamente, ofreciendo beneficios a más de cien mil socias en todo el país.
“Me corren hasta el día de hoy diciendo que ella era menemista, pero ella apoyaba los ‘90 porque fue la única vez que en 70 años no hubo inflación porque toda la vida la sufrió. Cuando todo se estabilizó, la gente se volvió loca. Ella era una defensora a muerte del 1 a 1 y de la estabilidad…”, manifiesta Gustavo a Teleshow.
La malvinera número uno
“Lo que más me marcó fue Malvinas – cuenta Gustavo- Cuando terminó la guerra, mi vieja se instaló en el hospital Militar para ayudar a los soldados que habían terminado heridos. A pesar de que era un tema tabú, del que no se hablaba y eso hacía volver loca a mi vieja, ella los ayudaba dándoles ropa y los contenía afectivamente. Una de las personas que se involucró mucho fue Amalia Lacroze de Fortabat, que con sus acciones mostraba su compromiso. Cambiaba desde un pañal o una venda y hasta llegó a comprar una docena de casas para los combatientes”, señala Lazzari.
A su vez, cuenta cuando su madre notó un cierto desgano por parte de los soldados que defendieron las Malvinas, tuvo una actitud única. “En un momento veía que los chicos estaban muy caídos emocionalmente y se animó a organizar un asado en una quinta que tenía nuestra familia y armó un ciclo de asados que se extendió durante seis meses. Todos los miércoles, en dos micros escolares, los chicos eran trasladados hasta el lugar para almorzar y luego volvían al hospital. Mi viejo tenía frigorífico y mi mamá le sacaba la carne”, describe con emoción.
“El día que muere mi mama, al lado del cajón estuvieron seis soldados con su medalla custodiándola, ahora que lo pienso es increíble y se me cae una lágrima. Fueron muy nobles con mi vieja porque ella se desvivía por ellos. Cualquier soldado le pedía algo y la respuesta era si”’ antes de que termine de hablar. Si me tenía que sacarme una ropa, lo hacía y sin importarle me sacaba hasta lo puesto. ‘Ustedes tienen’, nos decía”.
Su salida de la televisión y su pensamiento controvertido
La llegada de Fernando De La Rúa al poder en 1999, su espacio en la televisión comenzó a mermar. “Un día vino el hijo del presidente De La Rúa y me dijo que no renovaban más nuestro contrato. Yo le dije ‘lo lamento por ustedes’, porque los únicos dos programas que pagamos éramos nosotros y La Salud de Nuestros Hijos –ciclo que conducía el médico y pediatra Mario Socolinsky, después no pagaba nadie porque todo el mundo vivía del Estado”, resaltó tiempo después de haber sido apartada de la programación de la Televisión Pública. “Cuando me dijeron que me vaya, sufrimos y nos dolió mucho porque estábamos tan embaladas… Después fuimos a otros canales, pero no fue lo mismo”, lamentó con profundo malestar.
Lita no solo era conocida por su labor en los medios de comunicación, sino también por sus opiniones controvertidas sobre diversos temas políticos y sociales. Siempre polémica, no tenía reparos en expresar sus puntos de vista, lo que a menudo generaba debates acalorados. Su postura sobre los desaparecidos durante la última dictadura militar y su defensa de los soldados que participaron en la Guerra de Malvinas fueron objeto de críticas y elogios por igual. “Soy una persona que me da mucha bronca las cosas y las tengo que decir, se le dieron 210 mil pesos a los desaparecidos y 15 mil pesos miserables a los veteranos de guerra, que ni sabemos si están desaparecidos porque a lo mejor están paseando por el mundo”, dijo muy perspicaz en una entrevista televisiva años atrás.
A lo largo de los años, Lita demostró una capacidad notable para reinventarse y adaptarse a los cambios en la industria mediática. En 2008, sorprendió a muchos al aparecer en un comercial de televisión en el que se la veía montando una motocicleta y declarando: “Yo no camino más”. Este giro inesperado mostró su ingenio y su disposición para desafiar las expectativas.
Pero, ¿qué pasaba cuando los precios empezaban a aumentar? A través de su ciclo matutino mencionaba gratuitamente el nombre de los negocios que tenían sus productos más baratos y el resto al ver los resultados trataba de imitar. Una de sus obras más destacada fue cuando logró conseguir 3.800 máquinas de coser que fueron destinadas a mujeres que tenían los chicos chiquitos para que trabajen en sus casas. “¡Tiene el tallercito!”, repetía una y otra vez con entusiasmo.
A pesar de los cuestionamientos, Lita transformaba la crítica en algo positivo, y en ese sentido, su hijo cuenta un episodio en el cual fue protagonistas cuando De Lazzari cumplió ocho décadas de vida. “Cuando mi mamá cumplió 80 años (2005) quería hacer una fiesta con 500 personas y mi viejo no quería saber nada, entonces, hicimos una misa que la dio Jorge Bergoglio. A esa misa fueron 50 veteranos de Malvinas y afuera estaban los de CQC para hacerle una joda picante con el tema de los militares. Me acuerdo que estaba esperándola El pelado Guillermo López que tenía una torta con un tanquesito de guerra arriba, cuando lo vi no tuve mejor idea que volárselo por el pecho… cayó la policía y fue un desastre. Al otro día López va a la oficina de mi vieja y le cuenta lo que pasó con el traje manchado. Ella lo escucho y para desdramatizar la situación le pidió el saco y se lo mandó a la tintorería. Lita tenía esa capacidad de transformar la agresión en algo positivo, era genial”.
La salud de Lita de Lazzari: del milagro a la muerte
A pesar de los altibajos en su vida personal y profesional, Lita siempre mantuvo una actitud optimista y resiliente. En 2011, sufrió una fractura de cadera que la llevó a estar en coma durante 20 días (Del 7 al 27 de diciembre). Su familia llegó a pedir la extremaunción que fue otorgada por otro polémico personaje: el padre Grassi, pero milagrosamente se recuperó. Atribuyendo su regreso a la vida a un propósito divino, Lita bromeó diciendo que Dios le dijo que aún tenía mucho trabajo por hacer porque “había muchos precios altos”.
En la charla con este medio, Gustavo Lazzari manifiesta cómo vivió esas horas donde su madre estuvo al borde de la muerte. “Mi hermano hizo la fiesta de fin de año y un ingeniero cantó un tango, mi vieja se emocionó, se levantó a saludarlo y se cayó. Ahí se quebró la cadera. Tras la operación, mi mamá no se despertaba de la anestesia y el medico me dice ‘con la edad que tiene y con los indicadores que tenía fuera orden, si no se despierta a las 6 de la mañana-12 horas después de la intervención- despídanse’. Pasaron las horas, recé a las 8 de la mañana y en medio del llanto y dije ´chau se murió’. Pasaron varios días con ella en coma y se empezó a despertar”.
Alejada de la televisión en sus últimos años, Lita continuó siendo una figura respetada en el mundo de los medios de comunicación. Condujo su programa de radio “En Contacto” (Radio del Pueblo-AM 770) desde su casa hasta pocos días antes de su fallecimiento: la madrugada del 17 de mayo de 2015 a las 2.45 horas, a la edad de 89 años. Sin dudas, su legado perdura en la memoria de quienes la siguieron y admiraron, recordándola como una mujer valiente, trabajadora y comprometida con sus ideales.