21 países, 69 destinos y 163 vuelos: Hernán Lirio celebra el éxito de “Tenés que ir”, su ciclo que cumple 50 programas
Recorrer el mundo, conocer culturas, probar la gastronomía de varios países y que puedas vivir de eso es uno de los objetivos de muchas personas y el periodista Hernán Lirio lo hizo realidad. Al frente del ciclo “Tenés que ir” que este domingo cumple 50 programas (Domingos a las 10 y repetición 12 de la noche por El Nueve), el conductor está celebrando el logro y confiesa que es lo mejor de esta aventura que no encaró solo y que hoy lo pone dentro de los cinco conductores de viajes que hay en el país.
En una nota a fondo con Teleshow, Hernán rememoró cómo nació su “segundo hijo”. El primero es Ramoncito, su perro que viaja junto a él y pronto cumplirá diez años. Tanta es la popularidad de su mascota que tendá una fiesta de cumpleaños en agosto para sus fanáticos. Además, el animador reveló detalles de su productora DeLirio Contenidos.
Sincero, Hernán confesó qué es lo mejor de estar todo el tiempo de viaje y lo peor de este trabajo. El mejor destino que conoció, la comida más exótica que probó y el vuelo más largo que tuvo. “Mi segunda casa es un avión”, aseguró, divertido.
—Contame en principio cómo surgió la idea de hacer un programa específico de viajes. Vos ya trabajabas como conductor. ¿Cómo surgió este proyecto personal?
—Bueno, hace más o menos tres años empecé a viajar por el país, a cubrirlo para mi Instagram y me empezaron a llamar de diferentes ciudades. Empezó a funcionar muy bien, a la gente le gusta mucho como muestro todo, como un turista normal que va a un lugar y se sorprende con todo y te dice lo que podés hacer. Hace un año y medio más o menos, ya dos, dije “lo tengo que hacer en tele porque está buenísimo”. Aparte mi idea era hacerlo con un formato de redes, que sea interactivo para que la gente no se aburra. Hoy en día estamos todos acostumbrados a Instagram, a los Reels, a TikTok, en donde a vos no te gusta algo y en dos segundos ya con el dedito lo sacás, lo cambiás y vamos a otra cosa. Entonces el programa tiene mucho ritmo.
—Entiendo que el público no es el mismo de redes que el de tele.
—No, tal cual. Ya de por sí salimos todos los domingos a las 10 de la mañana en El Nueve y lo repiten a las doce de la noche. Eso te da dos públicos totalmente distintos. Está buenísimo porque el la mañana es familiar, gente más grande y el público de la noche es más de la juventud o gente que es noctámbula. Así que captamos los dos.
—En tus redes vos viajás casi siempre con tu perro, con Ramón, que ya tiene sus propios fans con más de 200 mil seguidores.
—Ramoncito es una estrella, te juro. Cuando salgo a la calle con Ramón, se sacan fotos sí o sí. Se hizo muy viral en TikTok y en Instagram. Nosotros compartimos todo en la vida. Cuando viajo y puedo llevarlo en algunas aerolíneas que me lo permiten, en otras no, él viene conmigo. Ahora vamos juntos a Mendoza en dos semanas y después se viene a Colombia, Medellín. Trato de no dejarlo mucho acá en Buenos Aires porque nos extrañamos mucho los dos. Padezco esa distancia muy mal. Yo dos días antes de que viaje, no toco una valija y el tipo ya sabe que voy a viajar. Entonces no se despega de mí, viene al baño conmigo. Estamos muy conectados con Ramoncito.
— Cuáles son básicamente los pro y los contra de viajar tanto. Me imagino que tiene un montón de beneficios, pero también su lado B, como todo en la vida
—A mí me encanta viajar, lo disfruto mucho. El tema es que cuando vos trabajás viajando, vamos a un destino pero lo conocemos muy por arriba, porque te muestro todo lo que podés hacer ahí. Por ejemplo, estuvimos el otro día en Las Vegas y grabamos todo el día. Cuando llegamos al hotel tuvimos que ir rápido a almorzar porque nos esperan en tal lugar después de comer. Uno cuando viaja arranca a las 7 de la mañana y termina a las 11 de la noche. Uno dice “¿Cuándo termina el día? “¿En qué momento hice tantas cosas?” Es como que estás tan metido en la vorágine del trabajo que no llegás a disfrutar de los destinos. Uno conoce más los aeropuertos de los lugares que el lugar propiamente dicho, porque en el aeropuerto tenés que estar tres horas antes, esperar y en el destino es como que se te pasa volando. No llegás a disfrutarlo al 100%.
— ¿Te pasó en algún destino?
—Sí, otra de las contras que tiene es que cuando uno vuelve de un viaje, le pasa a todo el mundo, te agarra como un estrés post viaje. Me dura dos o tres días y no puedo poner los pies sobre la tierra. Me cuesta mucho hacer rutinas. O muchas veces cuando llegás a un destino tomaste agua y te hizo mal a la panza. O comiste algo y te cayó mal, entonces estás el primer día regular. Me ha tocado estar en Madrid, por ejemplo, y estuve tres días con un un dolor de panza tremendo, una gastroenteritis horrible. Estuve en Japón, el viaje fue el más maravilloso que hicimos pero el jetlag es una cosa de locos. Cuando volví estuve una semana estúpido, no sabía dónde estaba parado, me acostaba a las 7 de la tarde y me levantaba a las 2 y media de la mañana. Un caos.
— Me imagino que la parte linda es que conocés un montón de lugares.
—Estoy conociendo el mundo. Ya hicimos 69 destinos y me encanta. Lo estoy disfrutando mucho. Nos invitan las compañías aéreas, hoteles, los ministerios de turismo de diferentes ciudades y nosotros vamos felices. Conocés diferentes culturas, ves la forma en que viven en otros lugares. Es maravilloso para mí poder hacerlo. Me abrió un montón la cabeza cuando empecé a viajar.
—Al viajar probás muchas comidas autóctonas, variedad de sabores y de especias. ¿Cómo te llevás con eso?
—Siempre mis amigos me dicen que soy el nuevo Marley y me gastan con eso. Yo les digo a los chicos que a diferencia de él, yo no puedo probar comidas. Hay platos que no hay forma de que los pruebe. Me gusta todo, pero por ejemplo no como pescado y hay un montón de lugares en donde vas y la gastronomía se basa específicamente en eso. Hace un tiempo fui a Colombia y me pusieron en un plato un pescado entero con la cabeza todo frito. Ahí dije “bueno, voy a hacer dieta”.
—¿Cuál fue la mejor gastronomía que probaste?
—Me gusta mucho conocer diferentes comidas. La comida de Japón me encantó y la gastronomía de Perú me pareció la mejor del mundo. De verdad, de los 69 destinos donde fui, lo que más me gustó fue la gastronomía de Perú. Hasta en el lugar más chiquito, hasta en el restaurante más pequeño la comida es perfecta. Te sirven el plato perfectamente decorado, los sabores son increíbles y tienen una gastronomía riquísima.
—¡Qué hermoso! Recién justo nombraste 69 destinos. ¿Tenés cifras de cuántas millas o tantas horas de vuelo hiciste?
—Ya visitamos 69 destinos y 21 países en total. En un año y medio que vamos con el programa ya tomamos 163 vuelos. Mi segunda casa es un avión. El vuelo más largo que hice fue a Japón de 29 horas. Una locura.
—El programa tiene muchísimo alcance y surgió como un proyecto muy propio ¿Cómo comenzó?
—El programa es recontra a pulmón y recontra autogestivo. Yo me creé mi productora, que se llama Delirio Contenidos hace un par de años, y me produzco mis programas. Somos seis actualmente y viajamos dos. El cámara, que también es mi realizador y amigo, es Ary Cornell. Con él hacemos todo el programa y nos lo ponemos al hombro. Lleva mucho trabajo porque no es como la gente piensa. Nosotros tenemos un distintivo de todos los programas de viaje, que es que en la pantalla aparecen las imágenes del destino y luego aparece el celular en vertical a la izquierda de la pantalla. Ahí voy mostrando en vertical todo el contenido que hicimos. El programa tiene el lenguaje de las redes. Es un programa muy moderno que implementa la tecnología en todos sus sentidos. Nosotros cuando viajamos lo hacemos con drones, con cámaras GoPro. Este ciclo se hace íntegramente con teléfonos. No hay una cámara profesional, se hace con iPhone.
—¿Cuál fue el destino que más te gustó? ¿El que menos?
— Japón. Tokio me voló la cabeza y no le tenía expectativas. Después no tengo un destino que no lo haya disfrutado. Todos los destinos a los que fui los elegí. Los elijo antes de ir. Me encanta la Argentina. Yo me conozco casi todo el país y soy fanático de El Calafate y de Ushuaia. Gracias a Dios en todos los lugares nos tratan rebien, nos atienden bárbaro. Tenemos grabaciones de la gente que nos está esperando con carteles acá en Argentina. “Bienvenido, Hernán”. ”Bienvenido, Ramoncito”.. Es hermoso, porque la gente en el, mal llamado, interior mira muchísimo la tele. La gente nos lleva a los lugares que hay que ir sí o sí. Nos enseñan que hay que mostrar. Arrancamos hace un año y medio y estamos recontra instalados en la gente del interior del país.
—¿Cuáles son los próximos destinos que se vienen?
—Van a ser en este orden que voy a nombrar. Para el 2024 tenemos Puerto Rico, Mendoza con Ramoncito, Playa del Carmen, México, Uruguay, Bolivia, Colombia con Ramoncito, San Francisco, Estados Unidos, Panamá, Turquía y Dubái. Estamos muy contentos con el recibimiento del público y por este domingo que cumplimos 50 programas.