Playlist, el ciclo que da voz a los artistas emergentes: hoy, Isla de Caras y cómo superaron el miedo a tocar en vivo
En el cuarto episodio de Playlist, el ciclo audiovisual en el que Infobae busca darle espacio a los artistas emergentes, aparece Isla de Caras. Proyecto musical originario de Buenos Aires surgido en 2017 que, desde entonces, viene cautivando con sus hipnóticos tracks con los que llegaron a compartir escenario con artistas de renombre e incluso participar de grandes festivales.
Su álbum debut, Chango (2018), recibió reconocimiento internacional y, en 2020, fue reeditado por el sello japonés P-Vine, lo que a posterior les valió el elogio de “obra maestra de Sudamérica, un paraíso indie-pop” en las bateas de Tower Records Tokio. En 2021 presentaron su segundo álbum titulado Una Caricia -a través del sello catalán Costa Futuro- el cual grabaron entre Buenos Aires y Berlín. Del trabajo forman parte artistas jóvenes como Rosario Ortega, Vanessa Zamora, Clara Cava, Delfina Campos, Juana Rozas y Axel Fiks.
La gira de presentación los paseó por más festivales e incluso visitaron distintas ciudades de Estados Unidos y Europa, junto con escalas en México, Perú y Guatemala, lo que los expandió internacionalmente. En 2023 y tras haber sido adelantado con singles titulados “Terca”, “Insurgentes” y “Mi droga favorita”, lanzaron su tercer álbum al cual bautizaron Gran Turismo.
María Figueiras: —¿Cuál fue el proceso para consolidar su formación actual?
Isla de Caras: — Fue un lindo proceso. Ya éramos todos un poco amigos en el momento en que Isla de Caras empezó a sacar música. Teníamos varios intereses en común y cuando sacamos Una caricia, casi terminando la pandemia y había que salir a tocar el disco, se empezó a armar esta banda de cinco y a establecerse. Ese año creo que tocamos casi 60 veces, fue una locura. Y ahí se instaló una dinámica de decir: “Somos nosotros cinco, vamos para adelante con esto”. Estábamos superentusiasmados de haber encontrado la fórmula. Y después, ese envión, esa conexión entre nosotros, nos sirvió para gestar este tercer disco, Gran Turismo.
María Figueiras: — ¿Cómo equilibran la evolución de su sonido para mantenerse fieles a ustedes, a sus raíces, a la identidad de la banda? Y, ¿cómo manejan la necesidad de adaptarse a las nuevas tendencias musicales sin perder su esencia?
Isla de Caras: — No tengo idea. Un poco descreemos de la idea de la esencia en el sentido de que en el momento en que nació nuestro primer disco, había un marco, una escena, un ecosistema de bandas como Silvestre y la naranja, Bandalos Chinos y demás; y creo que toda esa escena mutó. Nosotros también estamos mutando. Entonces, más que adaptarnos a nuevos momentos, seguimos tratando de construir un refugio propio, de retirada, para encontrar lo que tenemos ganas de decir más allá de que tenemos ciertas raíces o que tenemos que obedecer a cierta identidad estética. Siempre jugamos para nosotros, no sé si le damos tanta importancia a lo que está pasando alrededor. Ese sentimiento de coyuntura se cuela en el inconsciente, escuchamos música nueva todo el tiempo, pero no es que tomamos decisiones en función de eso, sino en función de lo que nos divierta en ese momento.
María Figueiras: — ¿Qué estrategias utilizan para conectar con un público nuevo?
Isla de Caras: — Ahora, de pronto, tenemos que hacer tiktoks, reels de Instagram… Hay toda una parte de ser artistas que no nos divierte tanto, pero uno se tiene que adaptar y hacerlo, porque del otro lado es divertido. A veces me encuentro consumiendo reels de otros artistas que escucho, y al final funciona.
María Figueiras: — Su experiencia en los escenarios: su primer Extended Play (EP), que lo lanzaron y fueron a Córdoba a tocar a un recital en el que estaban muy nerviosos… Leí que no abriste los ojos durante treinta minutos. Y después, más adelante, leí que antes de un show estás como en un modo animal, que se te paran las antenas, el cuerpo se eleva y te concentrás. ¿Cómo pasaron de esa transición, del principio hasta ahora?
Isla de Caras: — Noto que hay una especie de evolución personal: al principio me daba un miedo tremendo tocar en vivo. Y después, a medida que se impone tocar en vivo y se impone un volumen piola, porque pasamos de tocar 5 veces en un año a 60, y eso te da una especie de aprendizaje de los tiempos. Siempre es un aprendizaje y eso también es interesante. La sensación de que siempre se puede ser mejor en lo que estás haciendo.
María Figueiras: — ¿Qué legado aspiran a dejar con su música?
Isla de Caras: — Cuesta mucho pensar en un legado porque sentimos que todavía estamos arrancando, en cierto sentido. Pero tenemos la certeza de que la única fórmula o lo único que tenemos para dejar, es seguir haciendo nuevas canciones que estén buenísimas. Y seguir laburando y transformándonos, con gente distinta o con nosotros mismos, que nos dé las ganas de seguir en eso. Dejar obra, repertorio. Pasa más por las canciones que por lo que dejemos nosotros, como ideas nuestras.