Las cadenas hoteleras ya no solo ofrecen habitaciones de lujo: Ritz-Carlton se zambulle en el negocio de los superyates
Hubo un tiempo en el que si querías viajar te desplazabas a un determinado rincón del mundo, y allí te hospedabas en uno de los hoteles locales. Si eras millonario, una alternativa a ese hospedaje eran los hoteles de cinco estrellas, que ofrecían a sus selectos huéspedes las comodidades que disfrutaban en sus propias mansiones.
Sin embargo, los gustos y las necesidades de esos millonarios han cambiado y, con ellos, las grandes cadenas hoteleras de lujo. Si el 1% más rico del planeta quiere vivir aventuras marinas a bordo de megayates y cruceros de lujo, la cadena hotelera The Ritz-Carlton les va a ofrecer The Ritz-Carlton Yatch Collection como un nuevo servicio de alojamiento de lujo.
Mansiones flotantes de cinco estrellas
En 2022, la cadena hotelera de alojamientos de lujo tomó la temperatura del negocio de los cruceros y experiencias marítimas, incorporando a su oferta de alojamiento un superyate que ofrecía a sus clientes como alternativa vacacional de lujo y privacidad.
La aventura marítima de la cadena hotelera comenzaba con el Evrimaun minicrucero con capacidad para 298 huéspedes que ofrece la misma experiencia de cuidado por el detalle y la exclusividad de sus hoteles, pero a bordo de un yate de lujo con la misma cantidad de personal de servicio que de huéspedes. La experiencia ha sido un éxito tan rotundo que la compañía ha incorporado en 2024 dos nuevos megayates de lujo a su catálogo: Ilma y Luminara.
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El Ilma será el primero en entrar en servicio este mismo año. El Luminara iniciará su singladura por las aguas del mediterráneo en julio de 2025.
La experiencia que propone la cadena Ritz-Carlton con estos yates de lujo es la de un crucero por los mares Caribe o Mediterráneo, por regiones como el Norte de Europa o Báltico, Asia o un trazado transatlántico. Sin embargo, la cadena hotelera pone en su oferta marítima el toque de lujo y exclusividad que han servido de base de su negocio hotelero en tierra firme, ofreciendo los servicios de un resort de lujo.
El Ilma, que significa agua en maltés, tiene una capacidad para 448 huéspedes y cuenta con 224 suites, todas ellas con terraza privada, y dos suites exclusivas de más de 93 metros cuadrados. El minicrucero de lujo tiene cinco restaurantes a bordo, seis bares, una bodega de vinos exclusivos y distintas cubiertas comunes a lo largo de sus 240 metros de eslora, y zonas de beach club en la popa del yate.
Por su parte, el Luminara, que significa luz en latín, aportará 452 plazas a la oferta de cruceros de la cadena hotelera y 226 suites con terraza privada con vistas al mar. Además, incorpora un spa exclusivo de Ritz-Carlton y una marina privada.
Una habitación por más de 10.000 euros por semana
Disfrutar de un crucero de lujo a bordo de estas mansiones flotantes no está al alcance de todos los bolsillos.
A modo de ejemplo, un crucero de siete noches por las islas griegas con salida el 14 de julio de 2024 a bordo del Evrima costaría desde 10.591 euros por persona. Si se opta por alojarse en una de las suites con vistas, el precio se dispara hasta los 39.691 euros por persona las siete noches.
Un crucero de nueve días entre Lisboa y Portsmouth (Reino Unido) a bordo del Ilma el 29 de junio de 2024 cuesta desde 9.673 euros por persona. El precio se incrementa considerablemente dependiendo del tipo de alojamiento que se elija a bordo del yate.
Optar por una de las suites del propietario, con 93 metros cuadrados, puede hacer que la factura ascienda hasta los 56.573 euros por persona para las nueve noches de crucero.
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Imagen | Wikimedia commons (Tony Webster), Ritz-Carlton
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La noticia Las cadenas hoteleras ya no solo ofrecen habitaciones de lujo: Ritz-Carlton se zambulle en el negocio de los superyates fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .