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Axel Kicillof avanza en su construcción política, pero todavía no logra sumar a todo el arco peronista

Encuentro Peronista en San Vicente - Quinta Perón
Axel Kicillof en San Vicente (Maximiliano Luna)

El homenaje que encabezó el último lunes el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, para homenajear al ex presidente Juan Domingo Perón, al cumplirse 50 años de su fallecimiento, nuevamente lo posicionó como uno de los referentes que ofrece el peronismo como carta opositora al gobierno de Javier Milei. Pero no es el único y por el momento, pese a los movimientos que vienen realizando dirigentes de su cercanía entre los que hay intendentes y funcionarios provinciales, hay otros sectores que miran de costado la construcción del kicillofismo.

En el arco peronista, incluso en la provincia de Buenos Aires, Kicillof convive con el Frente Renovador de Sergio Massa; La Cámpora cuya conducción es del presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner y tiene a la ex presidenta, Cristina Kirchner como conductora o incluso otros sectores que miran de costado la dinámica internista que juega en el peronismo bonaerense.

Hacia afuera, el gobernador no da muchas señales de autonomía o con la intención de erigirse como el conductor del espacio más allá de su rol de gestor de la provincia más grande del país y que acumula el casi al 40% de la población argentina. Pero sí lo hacen un grupo de intendentes y funcionarios que hoy por hoy constituyen su mesa política. Se sientan allí los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Julio Alak (La Plata), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso), Andrés Watson (Florencio Varela), Juan José Mussi (Berazategui); además de algunos del interior como Gustavo Barrera de Villa Gesell o Rodrigo Aristimuño de Coronel Rosales, entre varios más.

Estos jefes comunales junto a los ministros Carlos Bianco (Gobierno), Andrés “Cuervo” Larroque (Desarrollo de la Comunidad), Gabriel Katopodis (Infraestructura), Walter Correa (Trabajo) y la Jefa de Asesores del Gobernador, Cristina Álvarez Rodríguez, vienen trabajando en la construcción de un espacio cuyo denominador común es la referencia de Kicillof como conductor del proceso venidero del peronismo.

Axel Kicillof y Andrés Larroque con directores de juventud
Andrés Larroque junto a Axel Kicillof

Ese proceso venidero tiene como primera parada la estrategia electoral del espacio el año que viene; además de la negociación por el Partido Justicialista. Uno de los problemas que asoma es que no hay conducción para encarar esas dinámicas. Los dirigentes que rodean al gobernador esperan que por responsabilidad de gestión, rol frente al gobierno nacional y proyección a futuro esa conducción quede en manos de Kicillof.

“El peronismo está en un modo menos horizontal, más vertical y eso nos obliga a tener más responsabilidad. Lo que nos tiene que quedar claro es que el peronismo va a encontrar su camino par ser alternativa y cerca de la gente”, había planteado Katopodis tras el acto que Kicillof cerró en San Vicente. La descripción del funcionario provincial es evidente y las voces sobre el rumbo o quién tiene que tomar el bastón de mariscal como había pedido la ex presidenta no es unísono.

En esta discusión, La Cámpora -o quienes se referencian directamente con la ex presidenta- interpretan que pensar en este tiempo en una candidatura candidatura nacional de Kicillof es, al menos, apresurado. En La Cámpora siguen la estela y los tiempos de Cristina Kirchner . Son varios los dirigentes que esperan que Kicillof dé el paso autónomo efectivo. Por el momento eso no sucede y el gobernador bonaerense sigue reconociendo a quien fuera dos veces presidenta como su jefa.

Máximo Kirchner en Chascomús
Máximo Kirchner

“Es demasiado pronto y sería un grave error plantear una candidatura presidencial cuando falta tanto tiempo. Hay que ser muy respetuoso de los tiempos electorales”, remarcó esta semana el intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín al ser consultado por el rol político de Kicillof de quién -sin embargo- destacó su capacidad de gestión. Otermín no es un dirigente orgánico de La Cámpora, pero sí es un aliado clave al presidente del PJ bonaerense.

En el Frente Renovador sigue a la espera del regreso a la arena pública de Sergio Massa. El ex candidato presidencial de Unión por la Patria mantiene diálogo con Kicillof, pero la relación política tiene sus momentos. Cuando el massismo ve en riesgo sus caudal político tensiona con el gobernador. Pero así como muestra sus matices, también hace explicito su acompañamiento en algunos aspectos como ocurrió días atrás cuando el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera, valoró la decisión del gobierno bonaerense de aumentar en un 110% el subsidio al transporte público de pasajeros en el interior bonaerense. “Es un rescate más del gobernador”, planteó el ex funcionario nacional. Difícilmente Guerrera proponga ese posicionamiento sin el visto bueno de Massa.

Sergio Massa, Axel Kicillof e intendentes de UP
Axel Kicillof y Sergio Massa (Santiago Gutierrez Eguia/)

Hay también otros gobernadores del peronismo que están en el radar de una posible discusión por la conducción del panperonismo, que tienen vínculo con Kicillof, pero no lo reconocen como el único referente del espacio opositor. Uno de ellos es el riojano Ricardo Quintela. Si bien son aliados con el bonaerense, el mandatario de la provincia del norte grande también hace su propio juego. Como describió Infobae, “El Gitano” también se mueve con cierta autonomía y en las últimas semanas aceitó algunos vínculos con el peronismo tanto bonaerense como de la Ciudad. El objetivo de Quintela en principio es conseguir un ordenamiento interno dentro del Partido Justicialista nacional. Allí, Kicillof también tiene un rol central, pero hasta el momento no hay nadie que se imponga en un proceso de conducción. A priori, el mandatario bonaerense no tiene intenciones de asumir ese rol.

Parado en la gestión, Kicillof tiende puentes con otras provincias. La última excursión fue a La Pampa donde se mostró con el gobernador Sergio Ziliotto con quien firmaron varios acuerdos de cooperación. En esa senda, la semana pasada una comitiva del gobierno bonaerense se trasladó a Córdoba, donde gobierna el peronista no K Martín Llaryora. Se trató de un primer acercamiento con la idea de futuros convenios en materia tributaria y combate contra la evasión. El titular de la Agencia de Recaudación de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, se reunió con secretario de Ingresos Públicos cordobés, Gerardo Pintucci. Si bien hay diálogo, para llegar a una foto política entre Kicillof y Llaryora todavía falta.

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