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Ante el círculo rojo, Francos defendió la gestión y pidió inversiones “por el bienestar de los argentinos”

Guillermo Francos en el almuerzo de Cicyp
Guillermo Francos habló ante empresarios

Guillermo Francos buscó brindar tranquilidad esta tarde al vasto grupo de empresarios que se habían reunido en el encuentro con el círculo rojo, en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción, pero también defendió al Gobierno de las críticas por la lentitud de la gestión y reiteró el pedido que les había hecho Luis Caputo: que inviertan.

Con un fervor inusual, el mediador de Javier Milei por excelencia llamó la atención cuando usó la frase histórica de Cristina Kirchner que funcionó como slogan de las postrimerías del kirchnerismo: “No fue magia”, dijo, tras enumerar la baja de la inflación, el superávit fiscal y las leyes de Patricia Bullrich contra los cortes de calle, entre otras medidas. Y les pidió a los empresarios, con énfasis, que empiecen a invertir por el “bienestar de los argentinos”.

Como es habitual en los almuerzos de CICyP, el invitado principal se sentó en el centro de la mesa principal del salón del subsuelo del hotel Alvear Icon de Puerto Madero. Lo rodeaban Marcos Pereda, titular del Consejo; Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC); Adelmo Gabbi, de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA); Gustavo Weiss, de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO); Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA); Nicolás Pino, de la Sociedad Rural Argentina (SRA); Adrián Werthein, de Grupo Werthein, Daniel Funes de Rioja y Miguel Ángel Rodríguez, presidente y vice de la Unión Industrial Argentina (UIA).

Después de comerse el colorido plato de entrada, un paté con frutas, Francos se subió al escenario donde Pereda acababa de darle una calurosa bienvenida. Le dedicó sus primeras palabras a Eduardo Eurnekian, su mentor en el mundo privado, que lo escuchaba desde la mesa principal, al recordar que fue en las oficinas de su Grupo donde se conoció con Milei. Rompió el hielo con algunos chistes -una fórmula que suele usar en sus exposiciones ante las corporaciones- y finalmente adoptó un talante serio para enviar su mensaje defensivo al elegante salón. “Es un político profesional”, murmuró, después, uno de los principales exponentes del Consejo.

Guillermo Francos en el almuerzo de Cicyp
El jefe de Gabinete participó del CICyP (PLZ PHOTO-LeoZavattaro-GracielaP/)

Francos, que había estado en el segundo piso con los dueños de las compañías para sacarse una foto de familia, se mostró harto de las críticas contra la “falta de gestión” que le atribuyó a distintos sectores. Para contrarrestrarlas, ponderó largamente las decisiones y resultados de la administración, como el control del índice de precios y el Plan de Alfabetización de Sandra Pettovello. Al final, retomó un mensaje que ya le había hecho llegar al círculo rojo el titular de Economía, Luis Caputo, hace un mes.

“Hemos hecho esfuerzos titánicos y llegaremos a puerto. Pero no depende sólo del Gobierno, es decisión de ustedes, que pueden invertir con sus empresas. Nosotros hacemos lo posible por dar las mejores condiciones, pero depende ahora de ustedes que los argentinos tengan el bienestar económico que merecen”, dijo.

Los empresarios vienen de apoyar el Pacto de Mayo, pero están preocupados por la demora para levantar el cepo y por la recesión. Los más inquietos son los constructores, que sobreviven la fuerte caída de la actividad y en cuyos sectores se empezaron a multiplicar los despidos. Pero también los industriales, que están en negociaciones con Economía para que los incluyan y consulten en la reglamentación de la ley del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) para evitar que el ingreso de grandes capitales sin control los aplaste. Por ejemplo, que se impongan porcentajes mínimos de contrataciones de proveedores locales. Además, piden que se apure la ley PyME (mejor conocida como “mini RIGI”).

Los representantes del campo, en tanto, por lo bajo, se mostraban inquietos por la brecha cambiaria, incómodos con los mensajes para que liquiden la producción e impacientes por que se levante el cepo lo antes posible.

A todos ellos Francos pareció pedirles paciencia. Se disculpó públicamente con la mesa de enlace por no haberlos convidado al acto en Tucumán por el Pacto de Mayo -dijo que había sido un “error” y que se le pasó por el apuro-. Y se mostró extremadamente optimista frente a las próximas elecciones legislativas.

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