Los votantes de Javier Milei ahora confían más en la democracia que en 2023, según una encuesta de la UBA
La llegada de Javier Milei al poder fue interpretada por muchos como una señal de hartazgo de la población, una suerte de voto bronca y anti sistema. Esa sensación de malestar contra las instituciones parece estar revirtiéndose. En comparación con 2023, la cantidad de personas que confían en la democracia y que tienen una mejor opinión sobre ella aumentó este año.
Este cambio lo reflejó un estudio del Observatorio Pulsar de la Universidad de Buenos Aires (UBA), a cargo del politólogo Augusto Reina y la socióloga Daniela Barbieri. Con una encuesta nacional basada en 1.250 casos realizada en junio pasado, los investigadores hicieron la segunda edición de un trabajo que busca esclarecer la opinión de la gente sobre la democracia, el Estado, las libertades y la igualdad, entre otros temas.
A las personas encuestadas se les pidió calificar cuánto valoran la democracia. Si colocaban 1, significaba que les parecía nada importante. Si ponían 10, representaba “absolutamente importante”. El puntaje final fue de 9,3 promedio.
El resultado fue peor al evaluar el sistema democrático en Argentina, que aprobó con un 6,6. Si bien esta diferencia expone un grado de insatisfacción con las instituciones, el resultado representa una mejora de casi un punto (5,88) en comparación con el año pasado.
Más revelador es si se indaga entre quienes creció esa confianza. Aquellos encuestados que se identificaron con La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC) aumentaron su puntaje a la democracia: pasaron de 5,8 a 7,0 y de 5,5 a 6,8, respectivamente, en comparación con 2023. Se observó un efecto contrario entre los votantes del peronismo, pero con un alcance mucho más reducido. La valoración cayó ligeramente de 6,7 a 6,3.
Por otro lado, los más jóvenes, de 18 a 23 años, promedian un 6,9 a la democracia, mientras que los adultos mayores, entre 61 y 69, otorgan un 6. Encanecer conlleva desilusión. Como expusieron otras investigaciones, la correlación está asociada a que los jóvenes votaron con mayor intensidad a Javier Milei en las elecciones del año pasado.
“Este fenómeno sugiere que la percepción de la democracia del país está influenciada por la posición partidaria y el cambio de gobierno. ¿La democracia se percibe mejor cuando hay una identificación con el oficialismo? Pregunta abierta”, se interrogaron los investigadores de Pulsar.UBA.
El “helicóptero” depende de la identificación política
Otro punto destacado del informe ofrecería una explicación por qué persiste el apoyo social y no hay situaciones que promueva la vieja teoría destituyente del “helicóptero”, pese al impacto de la crisis económica y la recesión. Hay una aparente continuidad entre el apoyo al Gobierno y a la democracia, cuando existe una simpatía con quien resultó electo.
“Quienes se identifican con el oficialismo de turno tienen una percepción más positiva de la democracia y menos exigencia con los resultados del gobierno. En cambio, quienes se identifican con la oposición hacen una evaluación más crítica y tienen mayor exigencia”, señala el estudio.
Por lo tanto, la paciencia depende de la identificación política. Ante la consulta sobre si “un gobierno democrático debería terminar siempre su período sin importar qué suceda”, o bien “si el gobierno democrático no da soluciones, debería ser reemplazado por otro antes de cumplirlo”, el 62% de los identificados con el gobierno de Javier Milei y 67% de quienes se sienten cercanos a Juntos por el Cambio apoyan la primera afirmación.
Por su lado, los simpatizantes del peronismo tienen una orientación menos definida, aunque tenuemente inclinada hacia la salida anticipada.
“Existe una relación pragmática con el mandato presidencial y su permanencia en el cargo. Quienes se identifican con el gobierno consideran que debe terminar el mandato, pase lo que pase. En cambio, si gobierna el partido contrario, la demanda es por efectividad y, si no, se exige un recambio”, remarca el informe.
La comparación con el estudio de 2023 es representativa de esta condición. El año pasado, los encuestados libertarios o identificados con LLA apoyaban en un 59% la idea de reemplazar al gobierno si no era efectivo. Ahora, este mismo grupo cree en un 61% que debería completar su mandato, sin considerar los resultados.
“En el caso de los peronistas el cambio se dio en sentido contrario: en 2023 el 25% apoyaba el reemplazo del gobierno y este año subió al 51%”, señala el informe.
Estas tendencias son un punto a prestar atención. Es que los perdedores de las elecciones deben estar dispuestos a aceptar los resultados y permitir que el gobierno ejerza su mandato. Libertarios, votantes de JxC y del peronismo, ya sea en 2023 o 2024, expresaron creencias contrarias a aceptar las reglas de juego.
De hecho, una proporción significativa de los encuestados cree que un gobierno que no ofrece soluciones debe ser reemplazado de manera anticipada: 37% en 2023 y 42% en 2024.
Algo similar ocurre con las posturas “acuerdistas” o “decisionistas”. La gente cree que hay que avanzar en consensos si está más identificada en la oposición, mientras que si está identificada con el gobierno de turno, se muestra más afín a que el Presidente tome decisiones unilaterales.
Acerca de este punto, el 39% consideró que el presidente debe decidir sin buscar consensos, mientras que el 54% restante privilegia los acuerdos con otras fuerzas políticas. La mayoría de los peronistas son ahora acuerdistas, pero más de un tercio de LLA y de JxC son permisivos al decisionismo presidencial.
“Dime quién gobierna y te diré cuán democrático soy. El posicionamiento está condicionado por la identidad política: quienes apoyan al gobierno de turno toleran mayores excepcionalidades”, apuntó Daniela Barbieri en su cuenta personal de X.
La “grieta” no afecta al amor
Uno de los datos curiosos del informe es cuánto impacta la “grieta” política en la vida cotidiana con otras personas. Por ejemplo, en el amor. A pesar de las “batallas culturales” y micro militancias en curso de hoy y de ayer, la investigación arrojó que 7 de cada 10 consultados no elige su pareja ni juzgan a las personas por este tema.
El sondeo refleja una caída de las personas que están condicionadas políticamente a la hora de entablar estos vínculos. ¿Pueden quererse un votante de Javier Milei y otro de Sergio Massa? En el relevamiento de 2023, el 47% de los consultados daban a entender que las diferencias políticas impactaban en sus relaciones personales. Este indicador cayó al 41% este año.
La hipótesis que guía a estos resultados apunta a una transición de las creencias sociales, y una menor intensidad de los antagonismos políticos de la historia reciente. O bien, estarían tomando nuevas formas que todavía no tienen sus límites definidos.
“Menos personas están dejando que las diferencias políticas definan sus relaciones personales. Esta caída sugiere una posible reducción de la polarización afectiva en la sociedad”, concluyó Reina en su cuenta de X.
Ficha técnica de la encuesta
Universo: Argentinos y argentinas mayores de 18 años.
Muestra y cobertura: nacional de 1.250 casos.
Fecha de relevamiento: del 31 de mayo al 10 de junio de 2024.
Técnica de muestreo: Probabilística. Relevamiento telefónico (CATI) de 1.000 casos, (70% teléfonos celulares y 30% fijos) y relevamiento domiciliario de 250 casos. Cuotas por sexo, edad y nivel educativo.
Margen de error estimado +/- 2.8%.
Nivel de Confianza: 95%.