La nueva vida de Patricio Giménez: “No tomo más alcohol, ahora brindo con agua”
Patricio Giménez se muestra tranquilo, relajado. El músico y hermano de Susana Giménez no deja de destacar su historia de transformación y autodescubrimiento en tiempos de crisis. La pandemia llevó a muchas personas alrededor del mundo a replantear sus prioridades y estilos de vida, y su caso es un ejemplo de cómo una situación de adversidad puede convertirse en una oportunidad para el renacimiento personal.
En charla con el ciclo uruguayo Algo contigo (Canal 4), destacó que “las ciudades, en las que estoy por incluir a Montevideo, y el dónde estaciono ya es un lío. Me acostumbré a eso de ‘voy a comprar tal cosa, en tal lugar’ y estacionás ahí, te bajás con la computadora, y no hay líos de que si te roban, si es peligroso, me desacostumbré a eso”. Además explicó que parte de su filosofía también cuenta con una máxima que reza: “Cuando uno deja de ver el horizonte, empieza a mirarse mucho el ombligo”. Según sus palabras, tiene férrea relación con el tema de las grandes ciudades, ya que “cuando perdés la posibilidad de mirar lejos, empezás a mirarte muy a vos mismo y te empieza a preocupar menos el de al lado”.
Además, en momentos en que se mostraban en pantalla imágenes suyas, también refirió que esta etapa de cambios incluyó el prescindir de las bebidas alcohólicas: “Estoy mucho peor ahí, pasaron ocho años. No tome alcohol, señora, no tome más alcohol. No tomé más y bajé un montón de peso, bárbaro, súper bien. Brindo con agua”, se sinceró sobre el cambio de hábito que incorporó a su vida.
Patricio fue consultado sobre qué cosas extraña de Buenos Aires, ante lo que expresó: “Extraño Villa La Ñata, que es un lugar donde yo me iba con mi botecito, la oficina, los árboles. El Delta. Lo que no me gustan a mí son las capitales, valoro mucho la tranquilidad. Me he planteado muchas cosas fuera del sistema. Vi que a veces corremos atrás de una zanahoria que a veces nos imponen, como ’tenés que tener tu casa, tenés que tener tal cosa’, y yo me empecé a plantear todas esas cosas, porque de repente una casa te ata y yo en mi caso, por ejemplo, me vine a vivir a Punta del Este y por ahí después me quiero ir a vivir a España y me voy”.
Pero el cambio no queda solo allí, ya que también explicó la forma en que se relacionan las personas y cómo se dan a conocer: ”A veces preguntás por alguien y te dicen que es el gerente del tal banco, y vos no sos el gerente, vos sos una persona. Nos empezamos a identificar con el cargo, a qué colegio van mis hijos, a qué club voy, y todo eso es una cosa que terminás diciendo ‘yo soy tal’, en vez de sentarte a reflexionar y ver quién sos, y es más simple. Entonces, cuando te ponés en otro lugar y decís que sos más simple y no todo aquello, empezás a ver si realmente vos lo que necesitás para se feliz es el cargo, los colegios, y toda la impronta para que el vecino vea tu pasto un poco más verde”.
En una entrevista reciente con Teleshow, Patricio explicó que la pandemia le dio una nueva perspectiva sobre la vida y la muerte. “Creo que la pandemia nos dio una cercanía con la muerte que, en mi caso, me ayudó a poner en perspectiva las cosas”. Añadió que la certeza del final de la vida le hizo darse cuenta de que ni las propiedades ni los lujos importan al final, sino el crecimiento espiritual y la paz interior. “Que la felicidad se parece más a la paz que a la adrenalina. Que lo importante es ser millonario en atardeceres”, comentó.