Tensa calma en la UCR: cómo se gestó el apoyo a Mario Negri para la AGN, el caso Córdoba y la preocupación por el 2025
“No somos relevantes ni para las crónicas periodísticas”. Ese es el duro diagnóstico que hacen algunos radicales con trayectoria dentro del partido centenario. Los causantes cambian según la línea interna. Un sector cree que las autoridades partidarias carecen de capacidad para convocar y liderar a los correligionarios de todo el país, otros consideran que les falta ambición de poder y hay quienes hablan de una crisis de identidad que decanta en falta de representatividad. En el medio, crece la preocupación en todas las provincias por la posibilidad de perder más bancas en las elecciones del próximo año, ante el crecimiento de La Libertad Avanza. El propio Rodrigo de Loredo podría quedarse afuera si en Córdoba no terminan de hacer pie en una estrategia. Algunos dirigentes había analizado su foto con Mario Negri – candidato a la Auditoría General de la Nación (AGN) – como una muestra de apoyo a la disputa local, hipótesis descartada, según pudo reconstruir Infobae.
La postulación de Negri a la AGN – el organismo con rango constitucional que asiste al Congreso en el control externo de la administración pública nacional- fue una larga negociación dentro de la UCR. Si bien su nombre fue uno de los primeros que se destacó en las conversaciones, De Loredo buscaba imponer al actual secretario parlamentario Alejandro Cacace, y el gobernador Alfredo Cornejo promovió a la diputada Pamela Verasay. La danza de nombres llegó a su fin el pasado martes en la última reunión del bloque de diputados pese a la resistencia del jefe de la bancada.
“Rodrigo quería patear la discusión para la semana siguiente pero no lo dejaron”, reveló una fuente que circula por los pasillos del Congreso. Finalmente Negri logró aglutinar 22 firmas sobre 34 a su favor dentro de la bancada. “El triunfo de Mario es pura y exclusivamente mérito propio. Es un hombre con mucha experiencia política y muy audaz para pelear por objetivos personales”, destacó un radical que penduló entre la ironía y el elogio. Es el mismo que observa – al igual que un grupo importante- que el liderazgo de De Loredo tanto en la Cámara de Diputados como en su propia provincia carece de fortaleza.
Los integrantes del bloque de la UCR en Diputados se resisten a la conducción de De Loredo pero no harán nada para desafiarlo. Ni Facundo Manes – en un momento peleó por ese puesto- quiere agarrar esa papa caliente. Los legisladores coinciden en que es un lugar que los expone ante el posible escarnio público y que, además, los obliga a diferenciarse o apoyar a Javier Milei. Una definición que el partido no termina de resolver. La próxima batalla se dará cuando se debata la restitución del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID).
Los más críticos de De Loredo lo acusan, además, de “buscar fortaleza afuera del partido” para la construcción de su liderazgo en Córdoba. Se debe a que el jefe de bloque se muestra constantemente con Mauricio Macri y Luis Juez. Tanto el presidente del PRO como el senador se muestran cercanos a La Libertad Avanza. De hecho, el Comité local se encuentra en plena interna por la elección partidaria. Los correligionarios no lograron una propuesta de unidad, por lo que el partido se encamina a elegir entre Marcos Ferrer (apoyado por De Loredo) y el postulante que represente al sector de Ramón Mestre.
¿Por qué es tan importante la elección del Comité? Quien gane la pulseada dará una señal de hacia dónde apuntará sus lanzas el radicalismo cordobés el año que viene para formar acuerdos con otras fuerzas. Karina Milei ya está a cargo de la construcción de La Libertad Avanza como partido nacional y Córdoba es un territorio determinante para conquistar. Ferrer, actual intendente de Río Tercero, se muestra abierto a “dar la discusión” de hacia dónde debe ir el partido, mientras que el mestrismo no duda: “Con Milei a ningún lado”.
Esa discusión se traslada a todo el territorio argentino. De hecho, en Tucumán, el diputado nacional Mariano Campero anunció su alejamiento de la UCR, ante las reiteradas postergaciones de la elección interna en su provincia. Más allá de las diferencias con sus rivales dentro del partido, José Cano entre ellos, en su entorno reconocen que su decisión se debe a la necesidad de poder “conversar con otros espacios”. Un claro guiño a los libertarios.
Otro foco de tensión se vislumbra en Mendoza, donde el actual ministro de Defensa, Luis Petri, no pierde de vista su construcción territorial. “Hay muchos radicales que quieren conformar un frente con la Libertad Avanza y el PRO el año que viene”, advirtió hace algunas semanas. Si bien Cornejo le ganó la interna el año pasado en la elección a local y es uno de los gobernadores que impulsa un rol dialoguista con el Gobierno, los deseos del funcionario nacional podrían ser un potencial peligro.
Santa Fe es otro territorio fértil para los libertarios. La actual vicegobernadora y líder del PRO, Gisela Scaglia, expresó su deseo de sumar al espacio de Milei. Una mirada que Maximiliano Pullaro comparte.
¿El caso de Campero se puede trasladar a otras provincias? ¿Habrá más fugas? Los boinas blancas más experimentados responden con un “no” rotundo y le bajan el tono al caso del diputado tucumano. “La UCR no tiene nada que hacer con La Libertad Avanza”, insisten. En ese sentido, se muestran confiados en que en cada provincia habrá una “re-edición” de Juntos por el Cambio. Es decir, que la alianza entre el PRO, los radicales y hasta la Coalición Cívica se mantendrá de forma local. Pero eso no garantiza nada. El peligro de perder más bancas el año que viene está latente en el partido centenario y reconocen: “Hay una orfandad de liderazgos que nos va a jugar en contra”.