El Puma Goity regresó con su histórico personaje a El Encargado: “Zambrano es un tipo que va de frente y no es hipócrita”
“¿Por qué es malo Matías Zambrano?”, se pregunta Gabriel Puma Goity cuando habla de su histórico personaje en El Encargado, la producción latinoamericana creada por Mariano Cohn y Gastón Duprat, que se emite por Disney+, y que ya va por su tercera temporada con un rotundo éxito. Y en ese momento, durante una entrevista con Teleshow, se afianza en su respuesta. “Todos los personajes son unos pobres infelices que tratan de sobrevivir. Pero en realidad, ¿qué sería ‘malo’? Y de última, Zambrano es un tipo que va de frente, que te dice: “te voy a echar” y te echa, pero no dice otra cosa”, reflexiona sobre el abogado que interpreta desde el 26 de octubre de 2022, cuando el público se deslumbró con el primer capítulo de esta comedia dramática.
Así fue como el viernes 9 de agosto reapareció el personaje del Puma Goity en el quinto capítulo de la serie, cuando faltan dos para el final de la tercera temporada. El actor, que lleva en su haber papeles destacados en Los Roldán, Son de Diez, Poné a Francella, entre muchos trabajos más en teatro y en la pantalla grande, se destaca por su versatilidad y por su entusiasmo al momento de encarar nuevos papeles.
En esta oportunidad, Goity cuenta cómo es ponerse el traje de abogado ‘serio’ y personificar a un hombre de mediana edad, recién separado, con un hijo y con una novia mucho más joven, a quien llevó a vivir a su casa. Cabe destacar que en estas últimas emisiones, el Dr. Matías Zambrano ya no vive en el edificio en el que trabaja Eliseo, pero aun así mantiene un contrapunto permanente con el portero, como se pudo ver en las temporadas anteriores.
—Volvió tu personaje a El Encargado, ¿qué cambios tiene?
—En cuanto a la personificación no hay muchos cambios, pero para Zambrano las circunstancias se modificaron porque se separó, y ahora está casado con una jovencita, y bueno, todo lo que implica adaptar a su hijo a su nueva esposa. Después, con respecto a la conflictividad del personaje para con Eliseo, evidentemente sigue siendo la misma.
—¿Te inspiraste en alguien conocido para componerlo?
—No puedo decir que haya tenido una situación puntual pero sí es verdad que uno se inspira en tantos personajes o personas que uno conoce, y en situaciones que se han vivido. Sin duda, uno lo recrea, pero no con respecto a alguien puntual.
—¿A qué atribuís el éxito de la serie?
—Yo creo que pasa porque la gente se siente identificada con todos los personajes. Esto es genial porque siempre te dicen: ‘No, yo no soy así, pero tengo un amigo o una amiga con ese tipo de conductas’, y creo que El Encargado logra eso. Se tiene una identificación muy grande con lo que pasa en la serie, no solo con los personajes sino con las situaciones que se viven, y eso es lo que hace que, de alguna manera, sea un éxito.
—¿Qué tiene de vos tu personaje?
—¿Qué tiene de mí? ¡Que lo hago yo! (risas). En lo personal podría decir que nada. Obviamente que no soy así, pero es un placer hacerlo y me encanta. Zambrano es una uvita, es un personaje hermoso. En realidad, son todos unos infelices en rigor de verdad, que tratan de sobrevivir en estas circunstancias que se les presentan.
—¿Cómo ves el tema de la ausencia de ficciones en la televisión?
—En este momento en que faltan ficciones, creo que las plataformas están ocupando el espacio que tenían antes las producciones argentinas. Además, resulta conveniente porque se ven en todas partes del mundo. No hay mal que por bien no venga. Entonces, un programa como El Encargado u otras miniseries, como fue la de Coppola protagonizada por Juan Minujín (Coppola, el representante), están teniendo tanta repercusión y, en la medida en que tengan éxito en el exterior, van a querer seguir produciendo con actores y actrices argentinas, y con producciones nacionales. Así que creo que es un muy buen comienzo en ese sentido.
—¿Crees que este momento sería una buena oportunidad para recuperar ese mercado?
—Me parece que sí, que esta es una muy buena ocasión de volver a tener un mercado como el que tuvimos en otra época y que supimos perder también. Es un momento para volver a recuperarlo y para demostrar el gran nivel que tenemos, no solamente desde lo actoral, sino desde lo técnico y de desarrollo. Nosotros en pocas semanas llevamos adelante un largometraje o una miniserie que en otras partes del mundo demoran mucho más tiempo. La capacidad de trabajo que tenemos y de calidad es muy buena, y esto está siendo rubricado en producciones argentinas, así que pienso que esta es una buena oportunidad en ese aspecto. En cuanto a los canales de aire, es más difícil, obviamente, porque dependen del mercado nacional y Argentina es un país que está deprimido en todo sentido, así que tampoco se puede exigir mucho desde nuestra parte teniendo un país que la está pasando mal. Esperemos que las cosas avancen y eso devengue en que se empiece a hacer más cine argentino.
—Y más teatro, porque estás haciendo Cyrano con un gran éxito también…
—¡Sí!, teatro hay mucho, la actividad teatral es muy fuerte en este momento, no solamente a nivel comercial sino también con los llamados teatros independientes. Hoy, cuesta hacer un proyecto teatral porque no conseguís sala disponible. Está todo el mundo -los actores y las actrices- volcado fervientemente al teatro. En lo personal, estoy en el teatro San Martín con un gran éxito, y esto ha superado realmente las expectativas. En general, las programaciones oficiales son de tres meses, ¡y esta obra está hace ocho meses!, y va a seguir. Como yo ahora estoy filmando, vamos a continuar sábados y domingos con Cyrano hasta diciembre, y después nos vamos a hacer temporada de verano a Mar del Plata. ¡Sí, con Cyrano de Belgerac!. Es algo histórico, maravilloso, glorioso. Va a ser una coproducción entre el Teatro Tronador, Marcelo González y el San Martín.
—¿Cómo te sentís con esta gran repercusión del público?
—Estoy sumamente feliz. Y también estoy conmovido, porque la verdad es que es conmoción lo que siento. Ya hicimos 125 funciones y estamos arañando los cien mil espectadores que ya vieron Cyrano, a sala llena. La gente está viendo un texto alejandrino, un clásico, y lo aplauden de pie, emocionados.
—Sos un actor muy versátil, que trabajaste en cine, teatro, tele, ¿en qué rubro te sentís más cómodo?
—Yo soy un actor de teatro, me crie en el teatro, pero me encanta hacer televisión y cine, y gracias a eso me están haciendo esta entrevista, así que sería poco inteligente decir lo contrario. Yo soy solamente un actor, que no me encanta el teatro: lo amo, y voy a morir seguramente en el escenario. Como siempre digo, una función la podés hacer en una vereda o en una plaza, no dependés de otras personas. En cambio, con el cine y la televisión es más difícil, necesitás de otras circunstancias y de otras producciones. Cuando soy invitado a esos lugares lo hago con pasión absoluta y me encanta. Pero obviamente yo estudié teatro, me enamoré viendo a Ernesto Blanco haciendo justamente el Cyrano de Bergerac. Así que creo que todo se complementa, sin lugar a dudas.
—¿Qué proyectos tenés en lo inmediato?
—Cuatro (señala con los dedos de la mano). Estoy en condiciones de confirmar que se viene la temporada número cuatro de El Encargado. Y sigo con mi Cyrano, en el Teatro San Martín, entusiasmado porque lo llevamos a Mar del Plata en el verano.