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En Galicia han encontrado una forma propia de protestar contra la masificación turística: cruzar pasos de cebra sin parar

Si algo están dejando claro los veranos pospandémicos, a medida que se recupera el flujo de viajeros y España acaricia el sueño de convertirse en la gran potencia turística mundial, por delante incluso de Francia, es que conjugar turismo de masas y población local no resulta sencillo. En Baleares, Canarias, Cataluñao incluso Cantabrialos vecinos han salido ya a la calle para reclamar que la masificación no se los lleve por delante. En la zona de O Morrazo, provincia de Pontevedra, los residentes cansados de que quienes visitan sus playas colapsen sus barrios también han decidido movilizarse, aunque de una forma un tanto peculiar. Su estrategia ha sido cruzar pasos de peatones.

Cruzar y cruzar y cruzar pasos de peatones.

De protestas y peatones. Sobre protestas no hay nada escrito. Hace unas semanas por ejemplo en Barcelona loa vecinos molestos con la masificación turística recurrieron a pistolas de agua para empapar a los visitantes que tomaban cañas en las terrazas. En O Hío, Cangas, una localidad de las Rías Baixas, han encontrado también su propia forma de mostrar su descontento con la saturación.

Y aunque resulta algo pintoresca, resulta también innegable que les ha resultado efectiva: les ha dado una visibilidad más allá de Cangas, Pontevedra e incluso Galicia y ha dejado claro su postura. ¿El motivo? Su peculiar estrategia ha consistido en ponerse a cruzar durante minutos y más minutos, una y otra vez y en grupos, algunos de los pasos de cebra de la localidad.

Pero eso… ¿Por qué? Porque el código de circulación lo deja muy claro: si hay peatones cruzando un paso de cebra que no esté regulado por semáforos los vehículos deben esperar. Y si ese flujo de peatones es constante e ininterrumpido durante casi media hora, a los conductores no les queda más remedio que echar el freno y amarse de paciencia mientras se forma una caravana a sus espaldas, que es precisamente lo que pretendían los vecinos de O Hío.

La clave: dónde y cuándo. Si la protesta ha funcionado es porque los vecinos de Cangas supieron medir el lugar, la hora y el día en que desplegaron su peculiar protesta. Lo hicieron hace una semana, poco antes de media mañana de una jornada veraniega y soleada, y lo volvieron a hacerlo ayer, otro domingo de agosto con temperaturas elevadas y sol. En ambas ocasiones el “modus operandi” fue muy similar: los vecinos se ponen a cruzar pasos de cebra durante alrededor de media hora en puntos estratégicos, por donde saben que pasarán los coches de los visitantes que quieren llegar a algunas de las playas más populares de O Morrazo.

Hace una semana por ejemplo los vecinos ocuparon durante 37 minutos el paso de peatones situado justo al lado de un bar próximo a los accesos a algunos arenales de Cangas. Ayer repitieron la misma estrategia: decenas de vecinos se dedicaron a colapsar alrededor de 20 minutos tres pasos de peatones de la carretera provincial EP-1005. De nuevo el dónde fue casi o incluso tan importante como el cuándo: se centraron en dos cruces de Igrexario y un tercero hacia Pinténs, frente a un supermercado local. La Voz de Galicia aseguraque las concentraciones se disolvieron en cuestión de 20 minutos para evitar que la Guardia Civil pudiese identificar a los vecinos que participaron en la protesta.

Sencillo… y efectivo. Lo de ponerse a cruzar un paso de peatones de forma ininterrumpida durante casi media hora quizás suene extraño, pero en Hío han demostrado que se ajusta bien a sus objetivos. Aunque los organizadores reconocían ayer que la convocatoria no tuvo el seguimiento esperado, acabó siendo un altavoz magnífico para que los vecinos pudiesen exponer sus quejas. Al reunirse un domingo de verano y soleado, en menos de media hora causaron colapsos con decenas de coches implicados. Y la puesta en escena resultó tan peculiar que han conseguido captar el interés no solo de la prensa local, sino de medios de todo el país. De sus crítica se ha hecho eco por ejemplo La Vanguardia.

¿Por qué lo hacen? Porque los vecinos aseguran estar “desesperados”por los embotellamientos y aglomeraciones de vehículos que sufren verano tras verano. Viven en una zona de playas, una especialmente codiciada además por los turistas y las familias que viven en otras partes de Galicia o incluso de puntos de las Rías Baixas, y eso, que a priori debería suponer una ventaja, acaba convirtiéndose para ellos en una pesada losa.

“Todos tienen derecho a ir a las playas, pero los vecinos tenemos derecho a vivir”, reivindicabahace una semana en La Voz de Galicia Mercedes Villar, presidenta de la asociación vecinal de Pinténs. Al generar embotellamientos buscan, aseguran, mostrar a los visitantes qué supone vivir entre un caos de vehículos.

“Los problemas de tráfico ya son habituales, pero este año se han triplicado como mínimo. Es una avalancha de coches que no solo contamina, sino que afecta a la vida de todos porque aparcan donde les da la gana”, censura Villar. En el foco, subrayan, tienen a los conductores incívicos que dejan sus coches mal aparcados para ir a la playa, bloqueando incluso aceras y entradas a casas. “Queremos que la gente sea comprensiva y que si ven que no hay sitio para aparcar, que se vayan, como en cualquier ciudad”.

“No es turismofobia”. La frase es de nuevo de Villar, quien insisteen que los vecinos de la zona no están en contra del turismo en sí, sino de que las playas se disfruten de forma desordenada, sin control y a costa de los residentes. “No es turismofobia, es el derecho de los vecinos a vivir en paz, es proteger el entorno natural de O Hío y nuestra seguridad e integridad física”. A la avalancha de visitantes llegados de otras partes de España, pero también del resto de Galicia, se añade este año un desafío extra, y no menor: discrepanciasentre la Policía Local y el Ayuntamiento que afectan al control de los vehículos en los accesos a las playas. “Nos han llevado a esta situación de total abandono, que ha sido aprovechada por muchos de los que acostumbran a venir a disfrutar de nuestras playas, generando grandes atascos, multitud de aparcamientos indebidos e inseguridad en nuestras aldeas. El Gobierno de Cangas ha permanecido como un mero espectador de la situación”, lamentanen declaraciones al diario Faro de Vigo.


La noticia En Galicia han encontrado una forma propia de protestar contra la masificación turística: cruzar pasos de cebra sin parar fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .

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