Música/Espectáculo

El entrañable vínculo de Selva Alemán con sus tres nietos: “Sus inocentes miradas me permitieron redescubrir la vida”

Selva Aleman y sus tres nietos, junto a Arturo Puig (Instagram)
Selva Alemán junto a Arturo Puig y sus tres nietos: Santos, Elizabeta y Nikolay (Foto/Instagram)

Desde que se conoció la muerte de la querida Selva Alemán, toda la colonia artística y el público se conmocionó con la triste noticia. La actriz era una de las personalidades más reconocidas del mundo del espectáculo, por sus innumerables trabajos en cine, teatro y televisión, y también por su adorada familia. Casada con el actor Arturo Puig, la pareja atravesó medio siglo de vida junta. Si bien Selva nunca pudo tener hijos propios, formó una hermosa relación con el actor, quien tenía a Ximena y a Juan, de un matrimonio anterior.

La vida se hizo más bella para ella con la llegada de sus tres nietos, Nikolay, Elizabeta y Santos. Los dos primeros son hijos adoptivos de Ximena, con su marido Fernando. La historia con los pequeños es apasionante y conmovedora. Según contaron los propios abuelos en declaraciones a La Once Diez, “el proceso de adopción fue arduo, porque implicó juicios y trámites estrictos en el extranjero”. Pero tanto Selva como Arturo se enorgullecieron del esfuerzo realizado por su hija para convertirse en madre. “Hizo muchos tratamientos y pasó por muchas frustraciones”, contaron.

Selva Aleman disfrutó de sus nietos, en particular del más pequeño, Santos (Instagram)
La actriz disfrutó de sus nietos, en particular del más pequeño, Santos (Instagram)

Además de Nikolay y Elizabeta, también tuvieron otro nieto, Santos. El pequeño es hijo de Juan, el hijo más chico de Puig, y de su mujer Florencia. Según los posteos de ambos en las redes sociales, la llegada de sus nietos les trajo una nueva alegría a su vida. “Los nietos nos permiten redescubrir la vida a través de sus inocentes miradas”, confesó Selva, cuyo último trabajo fue en el filme Objetos, la coproducción con España, dirigida por Jorge Durán y protagonizada por Eugenia China Suárez en 2023.

Los fines de semana eran los días que la pareja más disfrutaba de los pequeños, en especial del más chiquito. Cuando los papás de Santos tenían compromisos, tanto Selva como Arturo se ocupaban de llevarlo a pasear e, incluso, de prepararle las mamaderas y cambiarle los pañales. La actriz contaba que ella misma le cantaba su canción preferida, “Over the Rainbow” (Sobre el Arcoíris), la inolvidable balada escrita para la película El mago de Oz, de 1939. En esos momentos Santos se calmaba y miraba atentamente a su abuela. Cuando el nene se dormía, se podía ocupar de los más grandes. A Nikolay y a Elizabeta le fascinaban cuando la abuela les leía cuentos de María Elena Walsh.

Los tres nietos de Selva Aleman fueron la luz de su vida (Instagram)
“Los nietos nos permiten redescubrir la vida a través de sus inocentes miradas”, confesó Selva (Instagram)

“Cuando vemos fotos de nuestros nietos, reflejamos en ellos todo el amor y dedicación que Selva y yo les damos,” añadió Puig, en la misma entrevista radial. A veces, organizaban salidas que combinaban su pasión por el cine y el teatro. Según contaron en ese momento, a Nikolay lo llevaron a ver la última película de Spider-Man y lo acompañaron siempre en su afición por los superhéroes y los deportes.

Arturo Puig y Selva Alemán han compartido múltiples éxitos tanto en su vida profesional como personal. Puig aún recuerda los momentos en los que sus nietos, Nikolay y Elizabeta, visitaron los camerinos de sus obras teatrales, Sugar y Hello, Dolly!. “Los llevé al teatro y quedaron fascinados. Sonrieron y disfrutaron de ver a sus abuelos en un escenario. Fue una experiencia mágica para todos”, expresó el actor.

Selva Aleman tenía una debilidad por sus tres nietos (Instagram)
La actriz contó que a Santos le cantaba a Santos su canción preferida, “Over the Rainbow” (Sobre el Arcoíris), la inolvidable balada escrita para la película El mago de Oz (Instagram)

Selva Alemán aseguraba que, aunque sus papeles solían ser dramáticos, el “abuelazgo” les dio una renovada perspectiva de la vida. Ambos coincidieron en que tener nietos se había convertido en una etapa maravillosa y siempre desearon que crezcan en un mundo más justo, lleno de bondad y solidaridad.

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