En 2018 unos operarios se toparon con una tumba del siglo VIII. Guardaba un singular detalle
Las historias de los tempranos intercambios culturales entre occidente y el lejano oriente siempre han resultado cautivadoras. Desde los viajes de Marco Polo hasta las historias de aquellos samurái que visitaban nuestros territorios, este tipo de narraciones han gozado de esa atención que lo exótico suele ganar.
Ahora los arqueólogos creen haber encontrado un nuevo indicio de estos intercambios.
Un occidental en China. La excavación de una tumba de casi 1.300 años de antigüedad ha revelado una escena que podría mostrar una persona occidental en la antigua China. El pelo rubio y la barba de la persona en la ilustración son los detalles que indican que esta persona no era han (el grupo étnico predominante en China), explicaba el historiador de la Western Michigan University, Victor Xiong, a esta interpretación que compartía hace unas semanas con el medio Live Science.
Xiong, que no formó parte de la excavación, indicaba al medio que esta persona podría tratarse de un sogdiano, un pueblo iranio procedente de Asia central. Los sogdianos comerciaban a través de la Ruta de la Seda, lo que explicaría la aparición de esta persona en el mural.
Siglo VIII. El mural pertenece a una tumba de la dinastía Tang (que transcurrió entre los años 618 y 907 de nuestra era) hallada en la provincia china de Shanxi. La tumba habría pertenecido a un hombre fallecido en el año 736 y a su mujer.
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Los guardianes de la tumba. La tumba cuenta con una sola cámara y fue construida en ladrillo, explica la agencia china Xinhua. Más allá de la presencia de esta enigmática persona, el sepulcro destaca por el buen estado de conservación de sus murales.
Entre los elementos destacados se encuentran parejas de figuras ubicadas en la puerta de la tumba, el pasillo y en la entrada de la cámara funeraria. Los arqueólogros creen que estas figuras representan a los guardianes de este conjunto funerario.
Bajo el árbol. El otro elemento significativo son los árboles. O, más bien, la ubicación de las figuras retratadas, bajo las ramas de estos. Tanto que el estilo artístico de este tipo de murales es el denominado “figura bajo el árbol”, explican desde el medio South China Morning Post. Este tipo de representaciones fueron populares en el contexto en el que fue erigido el mausoleo.
Las representaciones “bajo el árbol” en esta tumba muestran escenas cotidianas, como un hombre depurando grano o una mujer utilizando un molino de piedra. Otro hombre amasa mientras otra mujer saca agua de un pozo. Entre estas figuras se encuentra esta persona posiblemente foránea, quien parece guiar un grupo de caballos y camellos.
Los arqueólogos han vinculado el arte de este mausoleo a otros sepelios, incluido el de Wang Shenzi, quien fundó el estado de Min, uno de los diez reinos que disputaron la supremacía en China durante la primera mitad del siglo X.
En plena obra. La tumba fue descubierta en 2018, durante unas obras en una carretera. Fue hallada en una colina cerca de la ciudad de Taiyuan, capital de la provincia de Shanxi, en el norte de China. Los detalles de este hallazgo solo han sido revelados ahora, más de un lustro de trabajo después.
Imagen | Xinhua
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La noticia En 2018 unos operarios se toparon con una tumba del siglo VIII. Guardaba un singular detalle fue publicada originalmente en Xataka por Pablo Martínez-Juarez .