La Rioja aprobó una ley para combatir y tratar la ludopatía infantil
La Cámara de Diputados de La Rioja aprobó por unanimidad un proyecto de ley que establece un marco legal integral para la prevención y el tratamiento de la ludopatía infantil en la provincia. Con la nueva normativa, el Gobierno local podrá bloquear sitios de apuestas en escuelas y plazas y regular las publicidades del juego online, entre otras medidas.
El proyecto se trató en la 14ª Sesión Ordinaria de la Legislatura y llegó al recinto con el consenso de todos los bloques. El cuerpo había trabajado el proyecto de manera conjunta en reuniones plenarias sobre diferentes expedientes referidos a juegos de azar en línea, con el objetivo de proteger de manera diferenciada a niñas, niños y adolescentes frente a esta problemática.
Es por eso que el proyecto unificó tres propuestas que encaran el tema desde diferentes aristas. En primer lugar, se habilitó el bloqueo de sitios de apuestas en todas las instituciones educativas y en las plazas de la provincia. También la regulación de la “publicidad engañosa e ilimitada” de los casinos virtuales, según consta en el proyecto. Y por último, el control biométrico para garantizar el acceso medido y controlado de la edad de quienes usan dichas plataformas.
Durante el debate en el recinto resonó varias veces un dato contundente que se publicó en una encuesta elaborada por Unicef Argentina y la organización Bienestar Digital: ocho de diez jóvenes de entre 13 y 24 años conocen a alguien que apostó en sitios online.
Al proyecto de ley lo presentó el diputado electo por el departamento de Chilecito, Raúl Cabral, del justicialismo. El legislador destacó la necesidad de tener “un marco legal integral para abordar la ludopatía adolescente desde una perspectiva preventiva, asistencial y de investigación”.
“Este ley incluye visibilizar la problemática en la comunidad, los padres y docentes porque con la salud mental no se juega”, afirmó el diputado Cabral.
Por eso la ley prevé también la implementación de campañas de sensibilización dirigidas a adolescentes y familias, el desarrollo de materiales informativos sobre los riesgos de la ludopatía, y la restricción del acceso al juego de azar para menores de edad.
En materia de detección temprana, también se ordenó la capacitación a docentes, profesionales de la salud y otros actores clave para identificar casos de ludopatía en adolescentes.
Para los casos donde se necesite un tratamiento de la adicción al juego, la ley estipula la implementación de servicios especializados para adolescentes con ludopatía, incluyendo terapia individual, familiar y grupal.
Por último, el Ejecutivo provincial deberá fomentar investigaciones sobre la ludopatía adolescente, a fin de generar evidencia científica para el desarrollo de políticas públicas más efectivas.
Tras la sanción, la presidenta de la Comisión de Legislación, Lourdes Ortiz, indicó que “éste fue un dictamen trabajado en forma conjunta en reunión plenaria, sobre diferentes expedientes referidos a juegos de apuestas en línea para proteger de manera diferenciada a niñas, niños y adolescentes en una problemática, que sabemos es materia de discusión y abordaje en el país”.
Por su parte, el presidente de bloque de la Unión Cívica Radical, Gustavo Galván, señaló: “Acompañamos este proyecto y compartimos en forma general esta visión de combatir este flagelo de la ludopatía, que atraviesa a toda la sociedad y en forma dramática en niños y adolescentes”, a la vez que remarcó que la adicción “disminuye el rendimiento académico en las infancias y adolescentes, genera ansiedad, aislamiento y alteración del sueño, entre otras cosas”.
¿Qué es la ludopatía infantil?
La ludopatía infantil, también conocida como trastorno del juego o adicción al juego en menores, es un trastorno del comportamiento caracterizado por la participación compulsiva y excesiva de niños y adolescentes en juegos de azar, videojuegos o cualquier actividad relacionada con el juego. Los menores afectados por este trastorno sienten una necesidad constante de jugar, lo que interfiere con sus actividades diarias, como el rendimiento escolar, las relaciones sociales y el bienestar emocional.